El sorteo del Mundial de Clubes fue la crónica de una estafa, sí lo estafaron a Boca. El Xeneize y River entraron por ranking al torneo, pero el Millonario fue cabeza de serie y el de Riquelme cayó en el Bombo 3 por lo que le tocó un grupo muy difícil para clasificar.
Bayern Múnich, para revivir la Intercontinental de 2001, un rival inaccesible para Boca. Encima, debuta con el Benfica de Ángel Di María y Nicolás Otamendi al que por lo menos le tiene que empatar para llegar con vida al tercer partido, en donde jugará ante Auckland City, que en la previa es el más ganable.
Y, sise da el milagro, te espera el Chelsea en octavos. A Boca lo acostaron o se dejó acostar Roman.
Por otro lado, hay que felicitar a Jorge Brito, Enzo Francescoli y Matías Patanián porque no sé cómo hicieron para que River sea cabeza de serie e integre un grupo realmente morboso. Es que, si Gallardo llega, porque ayer se fue silbado contra San Lorenzo, será duelo entre el Muñeco y el Monterrey de Martín Demichelis. El partido del Mundial de Clubes.
Para el debut, Urawa Red Diamonds, un equipo japonés, duro, pero más accesible que un europeo, el segundo será este clásico contra Monterrey y para el cierre, Inter de Milán, que tal vez ya esté clasificado.
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