En un partido repleto de tensión y con muchos condimentos en la previa, la Selección Argentina sacó un triunfazo ante México. Cuando no sobraban las situaciones, Lionel Messi y Enzo Fernández hicieron un golazo cada uno para ganar 2 a 0.
El primer tiempo estuvo marcado por los nervios. Costaba salir de abajo, las transiciones eran lentas, se jugaba lejos del área mexicana y con muchas impresiciones en el medio (De Paul, desconocido). Casi no había situaciones. El equipo del Tata Martino fue a jugar su partido: replegando, esperando el error argentino y animándose a jugar cuando le cedían la pelota.
En 45 minutos, las jugadas más peligrosas solo podían llegar con la pelota parada. Algún corner (ninguno de los dos se caracteriza por el buen juego aéreo) y un tiro libre como el que ejecutó Alexis Vega y contuvo bien Emiliano Martínez. La Scaloneta mostró una pequeña luz de su mejor fútbol al final, con una buena jugada armada de derecha a izquierda, finalizada con un centro de Acuña que terminó con un despeje al córner. Con el 0 a 0 se fueron al descanso.
El complemento arrancó con la misma postura en ambos equipos, pero con Argentina más arriba y México mucho más atrás. Como el resultado no se movía, Scaloni empezó a mover fichas: Enzo Fernández por Guido Rodríguez, Julián Álvarez por Lautaro Martínez y Molina por Montiel. Y ahí llegó el gol…
A los 18′, Di María lo encontró al mismísimo Lionel Messi, que levantó la cabeza y sacó un zurdazo cruzado inatajable para Ochoa. El capitán rompió el cero con bronca, asumiendo el liderazgo. Un golazo del mejor jugador del mundo.
El tiempo pasaba, México atacaba poco y nada, pero toda Argentina firmaba el 1-0. Sin embargo, Enzo Fernández, de un ingreso extraordinario, clavó la pelota en el ángulo y puso el segundo tanto de la noche en Doha. Un ingreso como para no salir más. Todo lo que vino después estuvo de más: triunfazo. El próximo miércoles desde las 16, ante Polonia para buscar el primer puesto.