El fútbol argentino tiene un nuevo Cementerio de los Elefantes y es la cancha de Riestra. Ahí cayeron San Lorenzo, Independiente y ahora River, sin dudas, en lo que fue el gran batacazo de 2024.

El semestre a River le da negativo. Por un, lado fue campeón ante Estudiantes y el mejor de la fase de grupos de la Copa Libertadores. Pero también fue eliminado por Boca de la Copa de la Liga, eliminado por Temperley de Copa Argentina y con dos derrotas muy feas en la Liga Profesional contra Argentinos y Riestra, ambos de visitante.

River es ese nene que en la casa es un fenómeno pero que necesita salir de la mano de la mamá para ir al colegio porque le da miedo cruzar la calle.

El ciclo Demichelis depende de la Copa Libertadores, es plata o mierda. Si la gana, es gloria, si la pierde, estará afuera de River aunque hoy en día la dirigencia lo banque pese a que pierda 10 partidos seguidos.

Micho no renuncia y se aferra a la Copa, al segundo semestre en la Liga Profesional y a la pretemporada que iniciará en breve. Pero la gran pregunta es, ¿podrá el DT hacer un equipo con mística en seis meses si no pudo hacerlo en 18 meses? ¿está capacitado para construir un equipo copero?.

La verdad que los hechos y los antecedentes me dicen que la respuesta es no.