La presentación de Jaime Munguía a mediados de diciembre en el Estadio Caliente de Tijuana estaba pensada para que el mexicano se luciera ante su gente, consiguiendo una última victoria en 2024 que le sirviera para pensar en un 2025 con posibilidades concretas de ir por algún cinturón del peso supermediano. Su inesperada derrota cambió los planes, pero no todo está perdido y si suceden un par de cuestiones, podremos tenerlo recibiendo una nueva oportunidad titular.
Claro, nadie se imaginaba que Munguía sería noqueado de manera brutal en el sexto round por un Surace que tampoco creía haber dejado en la lona a una verdadera estrella. Todo el mundo del boxeo quedó impactado con la derrota del tijuanense, pero la realidad es que se trata de un escenario que está siempre dentro de los probables y para Jaime no queda otra alternativa que dejarlo atrás.
Lo que se viene en el futuro para Jaime Munguía
En ese contexto, el propio mexicano anunció que lo primero que desea hacer en 2025 es tener una revancha con Surace y, a partir de allí, seguir con su camino estipulado. El CMB desea que Jaime se enfrente al francés Christian Mbilli por el título interino del Consejo Mundial de Boxeo en las 168 libras y esto podría llegar en la segunda mitad del año.
Una vez llegado a este punto, las cosas estarían acomodadas para un Munguía que sufrió un traspié tan duro que a muchos aficionados les cayó un sentimiento grande de duda sobre las verdaderas capacidades de Jaime dentro del cuadrilátero. Ahora depende del propio mexicano dejar atrás todos los cuestionamientos y encauzar el rumbo del barco.
El máximo objetivo de Jaime es llegar a esos títulos que tiene Canelo Álvarez, pero claro, ya tuvo su oportunidad en mayo y no la pudo capitalizar, ya que perdió de manera contundente. Esto genera que el futuro no le vaya a dar una nueva posibilidad tan pronto, debido a que el monarca tiene otros compromisos y la mira puesta en horizontes diferentes.
Aún así, esto no será un impedimento para Munguía, porque él deberá hacer su camino y mantenerse listo, como retador o campeón interino de la división aguardando un duelo de unificación.