Vasyl Lomachenko volvió a demostrar que incluso sin cinturones es muy probablemente el mejor peleador en una división de peso ligero que está repleta de grandes nombres. Lo hizo este sábado, en el Madison Square Garden, con una sobresaliente actuación que le otorgó una amplia victoria en decisión unánime sobre Richard Commey.

Fue la segunda victoria para el ucraniano desde que en octubre del año pasado perdió ante Teófimo López, también en decisión, los títulos mundiales de la AMB, la OMB, la FIB y el de campeón de franquicia del CMB. Todos esos cinturones pertenecen ahora a Geoge Kambosos, quien el pasado 27 de noviembre, también en el Madison, se los arrebató a López.

Y precisamente al australiano, que negocia ya un combate ante Devin Haney, monarca del CMB, por el campeonato mundial indiscutible de las 135 libras, que Vasyl Lomachenko dedicó sus primeras palabras tras la victoria. “Claro que quiero una pelea con Kambosos. Necesito esa oportunidad. Si Dios me la da, la tomaré”, expresó.

El ucraniano, que venía de vencer por nocaut técnico en el noveno asalto aMasayoshi Nakatani en junio, valoró el corazón de Richard Commey para reponerse de la que se encaminaba a ser una nueva definición antes del límite para las estadísticas personales de Loma.

“Vi su situación y fue muy difícil para él recuperarse. Fue por eso que miré a su esquina para decirles que detuvieran la pelea. Es un verdadero guerrero. Tiene un gran corazón y continuamos completando 12 grandes rondas para la gente”, señaló el medallista olímpico.