En este 2023 se cumplen 30 años del fallecimiento de Oro, luchador que murió en la Arena Coliseo tras haber recibido un golpe accidental de Kahoz en la garganta. En aquella lucha, efectuada el 26 de octubre de 1993, el técnico hizo equipo con La Fiera y Super Porky. Por su parte, el rudo compartió esquina con Jaque Mate y Dr. Wagner Jr.

A los cinco minutos de haber iniciado esa lucha, Oro se desvaneció en una de las esquinas abajo del ring. Fueron instantes dramáticos para el resto de sus compañeros arriba del cuadrilátero, quienes debieron continuar con las acciones como si nada hubiera pasado porque debían mantener la atención de los aficionados y así evitar preocuparlos. Pero ellos mismos estaban angustiados por no saber qué le pasaba a su compañero.

La lucha siguió. La preocupación disminuyó en cuanto se llevaron a Oro en camilla a los vestidores. Sin embargo, el gladiador falleció antes de ser trasladado en ambulancia al hospital. Esa tragedia no la supieron el resto de luchadores hasta que culminaron su participación en el ring.

A casi tres décadas de aquel suceso, Dr. Wagner Jr. tiene muy presente el momento: “Fue una batalla triste, era un gran compañero. Eso fue algo como lo que ocurrió con mi hermano Silver King. Son hechos que se te quedan muy grabados. Son cosas que ocurren en la lucha libre y tienes que aprender a vivir con ello. Por supuesto que cuesta procesarlo, cuesta entenderlo”.

En entrevista con Bolavip México, el Galeno del mal rememora esa lucha como un amargo episodio. Recuerda a Oro como un luchador joven, con una nueva propuesta de lucha aérea para su época. Si bien tenía noción de que un gladiador expone su vida en un cuadrilátero, Dr. Wagner Jr. nunca imaginó que le iba a tocar presenciar en vivo el desenlace de un compañero por un accidente, tal como fue el golpe fortuito de Kahoz.

Al paso del tiempo, luego de haber presenciado los últimos segundos de vida de Oro en un ring y sentir en carne propia la muerte de un familiar arriba de un cuadrilátero, Dr. Wagner Jr. no le guarda rencor a la lucha libre. Por el contrario, se siente profundamente agradecido con ella porque lo ha hecho crecer como deportista y como persona gracias a ese tipo de situaciones: “Aprendes a valorar esta carrera. Como luchadores nos queda amar y respetar este deporte que es la lucha. Tenemos que seguir adelante y conectar con lo más importante que son los aficionados”.

Aquella lucha del 26 de octubre de 1993 también quedó resguardada en su memoria porque ha visto partir a los tres técnicos que enfrentó: Oro, La Fiera y Super Porky. Recuerda a los tres como luchadores que forjaron su propia historia.