Martín Anselmi no encuentra la paz: su presente en Porto es cada vez más complejo. Desde su sorpresiva salida de Cruz Azul a principios de temporada, el técnico argentino ha estado en el ojo de la tormenta tanto dentro como fuera de la cancha. Su arribo al futbol europeo prometía ser un paso adelante en su carrera, pero los conflictos judiciales con La Máquina por no haber ejecutado su cláusula de salida, sumado al irregular desempeño deportivo, dejaron su imagen muy tocada.

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Porto fue eliminado de la UEFA Europa League de manera temprana y en el campeonato local el panorama no es mucho mejor. Actualmente, el equipo marcha cuarto en la tabla, a 10 puntos del líder Sporting de Lisboa, lo que ha generado cuestionamientos sobre el ciclo de Anselmi. Si bien por ahora sigue al mando del primer equipo, todo indica que la próxima temporada será decisiva para determinar si el técnico argentino tiene futuro en la institución.
Como si fuera poco, en las últimas horas un nuevo escándalo volvió a sacudir al club portugués y terminó de calentar el ambiente. Una fiesta clandestina de varios jugadores del plantel profesional terminó con la intervención policial al amanecer, algo que vuelve a poner en duda el compromiso del grupo con el entrenador y la institución. Anselmi, que ya venía bajo presión, ahora debe afrontar este nuevo capítulo que no hace más que debilitar su autoridad en el vestuario.

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Una madrugada fuera de control complica aún más a Anselmi
El escándalo estalló luego de que el diario Record de Portugal revelara que varios futbolistas del Porto participaron en una fiesta de cumpleaños que se desmadró por completo. La celebración fue organizada por Otávio, quien festejaba sus 23 años en la zona de Boavista, en Oporto. Al evento acudieron nombres importantes del plantel como Djaló, Martim Fernandes, William Gomes, Fábio Vieira y João Mário, todos integrantes del primer equipo.


Lo más grave de la situación es que los futbolistas tenían toque de queda impuesto por el cuerpo técnico, ya que al día siguiente había entrenamiento. Lejos de respetarlo, la fiesta se prolongó hasta bien entrada la madrugada y tuvo que ser interrumpida por la policía debido al descontrol. Las imágenes del operativo no tardaron en viralizarse en redes sociales, generando un gran revuelo en la prensa portuguesa.
Desde la directiva del Porto, encabezada por André Villas-Boas, ya iniciaron una investigación interna para evaluar posibles sanciones. Se espera que en los próximos días haya medidas disciplinarias, aunque el foco también está puesto en Anselmi, a quien se le cuestiona no haber podido mantener la disciplina dentro del vestuario. Para un entrenador que llegó con tantas expectativas, este nuevo golpe lo deja en una situación aún más delicada.





