De principio a fin, Barcelona dominó la presente edición de LaLiga y este domingo pudo concretar su objetivo de consagrarse campeón. El combinado dirigido por Xavi Hernández precisaba una victoria para conseguirlo y cumplió con creces en el derbi catalán.

Con un doblete de Robert Lewandowski en la primera mitad, más los gritos de gol de Alejandro Balde y Jules Koundé, el Barça fue ampliamente superior a Espanyol, que intentó luchar sobre el final y puso suspenso por los tantos de Javi Puado y Joselu, que finalmente no sirvieron.

Con esta victoria, Barcelona se consagró campeón de LaLiga con cuatro fechas de anticipación y el trofeo regresará a las vitrinas del Camp Nou luego de cuatro años, con la última conquista en la temporada 2018-19 con Ernesto Valverde en el banco y Lionel Messi como capitán.

Tras el partido, los comandados por Xavi desataron los festejos y, cuando cantaban en ronda alrededor del círculo central, tuvieron que marcharse corriendo al vestuario porque decenas de hinchas locales habían superado a la seguridad y se metieron al campo.

Afortunadamente, el plantel blaugrana consiguió escaparse a tiempo hacia el túnel, para continuar allí con sus celebraciones y dejando atrás el momento tenso que se vivió sobre el césped del Estadio RCDE.