“El fútbol está roto”, supone una de las frases más fáciles para ejemplificar lo que ocurre en un deporte tomado por multimillonarios, por magnates de los cinco continentes y donde la distancia entre la élite y el resto es cada vez más abismal. En tiempos donde tanto se habla de jeques y de récords en gastos por parte de clubes a los que les tocó la ‘lotería’ con un sus nuevos dueños, desde Bolavip te mostramos otro camino que debería interesar y mucho en LATAM. Osasuna, del infierno a horas de tocar el cielo, el modelo que muestra que competir, ganar y vencer ante los millones es posible incluso en 2023. Reportaje de nuestra casa.
A horas de buscar su primera final de Copa del Rey en 18 años (2005) en un Estadio de San Mamés donde defenderá la ventaja de 1-0 conseguida en la ida ante Athletic Bilbao, Osasuna recoge los frutos de un trabajo extenso en cada área del club y donde todas las ramas han mutado. Los rojillos tienen jugadores en selecciones como España o Marruecos, un estadio premiado como el mejor del mundo y la posibilidad de llegar a Europa…Pero todo estuvo lejos de ser así hasta hace unos años y las predicciones de por entonces no eran ni mucho menos positivas.
Para entender esta historia contaremos con la voz del actual presidente del club en Bolavip, Luis Sabalza, con los datos de una reconstrucción que empezó en diciembre de 2014 con una deuda considerable encima de los hombros y con la explicación de como un club de socios, tal y como ocurre con gigantes de nuestro lado mundo como Boca Juniors o River Plate, compite de tú a tú con los grandes de España. ¿Solo se puede llegar al éxito con el dinero de un tercero? Por la ciudad de Pamplona están más que convencidos de que otro fútbol es posible.
Entre la reconstrucción y respetar la esencia
Fundado un 24 de octubre de 1920 en la capital de Navarra y al norte de LaLiga, Osasuna se ha erigido como uno de los cuatro clubes que a día de hoy en España, no dependen de un multimillonario para subsistir. Junto a Real Madrid, Barcelona y Athletic Bilbao, los rojillos suponen uno de los últimos bastiones a ese fútbol de otros tiempos y donde el aficionado tiene tanto voz como voto a la hora de tomar decisiones sociales, políticas (elecciones de presidente) y por supuesto, también el derecho de pedir garantías.
Con diversos títulos de Segunda y Tercera División a lo largo de su historia, así como de campeonatos regionales, la vida de Osasuna se frenaba de manera tajante cuando en diciembre de 2014 el club se encontraba en la parte baja de LaLiga Smartbank, con serias posibilidades de un descenso fuera del fútbol profesional en España y con una deuda cercana a los 40 millones de euros que llevaba a cambios en el organigrama político del club. La junta directiva de dichos tiempos igualmente, se encontraba ante posibles juicios por defraudación de IVA y de amaño de partidos en la campañas 2012-2013 y 2013-2014. La crisis como vemos, tocaba cada rama del club.
“Mi llegada a Osasuna fue retratada por un humorista gráfico con una viñeta en la que encontraba telas de araña en la caja fuerte. Pero ojalá sólo hubiese sido eso. Además de una situación financiera penosa, el club padecía una crisis jurídica, deportiva, social y de reputación sin precedentes”, relata el actual presidente Luis Sabalza sobre dichos tiempos.
Hubo cambios en la junta directiva y el inicio de un proceso donde buena parte de los primeros esfuerzos pasaban por la estabilidad. Dejar a los socios fuera de los mandos del club no era una posibilidad y en medio de una campaña para el infarto en todos los sentidos, David García (convocado por España en estas fechas) y Javier Flaño salvaban al club del descenso a Tercera en la última jornada de LaLiga Smartbank en Sabadell. Se evitaba ponerse cerca de la desaparición por las deudas, por la imposibilidad de pagarlas fuera de los torneos de LaLiga y ahora sí, empieza la reconstrucción.
Éxito deportivo, económico, social y de infraestructura
“Nosotros somos un club deportivo, no una sociedad anónima. Eso implica que si, por ejemplo, necesitamos dinero para realizar fichajes no podemos recurrir a una ampliación de capital como nuestros competidores. Osasuna tiene que vivir con los propios recursos que genera”, palabras de Sabalza que tanto entienden los dirigentes de entidades por LATAM donde no llegan jeques, fondos de estados en Oriente Medio o empresarios del sureste asiático. Desde el 2015 y hasta la fecha, cada apartado del club mira hacia arriba.
Tras salvar su vida en Sabadell y de conseguir algo de paz tras meses de incertidumbre, inicia un camino con dos ascensos a primera división en 2017 y 2019 (en segunda por la 17/18) que estuvo acompañado por la recuperación de prestigio, por volver a traer confianza entre los socios y por supuesto, por un plan a nivel deportivo llamado Método Tajonar para profesionalizar la que ha sido la pieza angular de la recuperación económica del club: su cantera.
Nombres puntuales como Braulio Vázquez en la dirección deportiva, Jagoba Arrasate en el banco y Ángel Alcalde en la dirección de las juveniles, conviven desde hace 5 años en una ciudad deportiva donde la plantilla de Osasuna jamás ha bajado de la décima casilla en LaLiga, donde esta ya se encuentra valorizada en 124 millones de euros (hace seis años no superaba los 22) y donde ya han promovido canteranos a la selección española como David García en la última fecha FIFA. Unir gente de la casa con futbolistas como Abde, Chimy Ávila y Moi Gómez para ganar competitividad y por ende dinero en las competiciones, lleva al siguiente punto clave: El Sadar.
Levantado en 1967 tras la compra de los terrenos, el estadio de Osasuna también ha sido protagonista en esta reconstrucción de un club consiente de como su cancha igualmente supone ingresos, su carta de presentación ante el mundo y por encima de todo, otro motivo más para expandirse a nivel internacional. La web Stadium Database le daba en el 2021 al conjunto rojillo el premio como mejor estadio del mundo a un Sadar que se renovaba por apenas 23 millones de euros en un proyecto elegido por los socios de la entidad.
Símbolo de pasión para su gente y uno de los feudos más calientes de toda LaLiga, El Sadar vio el pasado 5 de junio de 2022 su primer partido amistoso Internacional oficial bajo la fecha FIFA en ese 5-0 de Argentina a Estonia con Lionel Messi presente. Sabalza no duda del impacto que el estadio ha supuesto para que cada pata del club se coordine a lo largo de estos años: “Nos permitió aumentar el número de socios…Tiene mayores comodidades para los aficionados y hemos logrado que las señas de identidad de El Sadar pervivan a través de la verticalidad del nuevo anillo construido o con la grada rail-seat para ver el fútbol de pie. Lejos de perder nuestra esencia, la hemos potenciado”.
Los retos que vienen por delante
Todo lo nombrado anteriormente deja a Osasuna hoy con un beneficio acumulado de 35 millones de euros en sus arcas durante los siete años de gestión, con jugadores en selecciones mundialistas, con un proyecto de cantera que alcanza a más de 20.000 niños y niñas de Navarra cada 12 meses, con un estadio apto para torneos FIFA y con la sensación de no dejar de crecer a nivel deportivo. Novenos en LaLiga, a seis puntos de puestos UEFA y con la vuelta de semifinales de Copa del Rey por delante, consultamos a Luis Sabalza desde Bolavip sobre lo que viene en camino.
“El objetivo es continuar creciendo como club a todos los niveles, sin olvidar de dónde venimos y qué es lo que nos ha traído hasta aquí. A lo largo de estos años hemos construido unas bases sólidas y hemos dado continuidad a uno de los proyectos más estables del fútbol español. A partir de ahí, nuestra ambición es dar un pasito más cada año, continuar mejorando gracias a nuestra gestión económica, social y, lógicamente, al acierto de nuestros responsables del área deportiva. Tenemos un reto muy ilusionante con la ampliación y modernización de las instalaciones de Tajonar. Nuestro trabajo con la cantera es de alto nivel y las instalaciones deben estar a altura”, reflexiona el presidente de Osasuna ante Bolavip.
¿Cuál fue el punto de inflexión? “No ha sido sólo una cosa, sino un cúmulo de varios aspectos los que nos han llevado a tener buenos resultados en los últimos años y esperamos que continuemos teniéndolos en el futuro. Indudablemente, la estabilidad del proyecto deportivo ha sido clave. Ahí hemos tenido la suerte de contar con dos grandes profesionales y magníficas personas como nuestro director deportivo, Braulio Vázquez, y el entrenador, Jagoba Arrasate”.
Gente de la casa, transparencia, uso de los recursos y multiplicación de lo que estos generan. Así es la fórmula Osasuna no solo para salir de una crisis que pudo ser terminal en todos los sentidos, sino para situarse en los primeros planos de un fútbol español donde más del 85% de sus rivales, dependen de un propietario para competir en el campo o en el mercado. Dicha ecuación, trasladada a un continente como el nuestro donde los números a nivel económico por supuesto son menores, es viable y por momentos nos lleva a Independiente del Valle en Sangolquí.
“Estamos orgullosos de ser un club deportivo y queremos seguir siéndolo. Aunque es cierto que eso tiene algunas debilidades como no poder hacer una ampliación de capital si se necesita dinero para fichajes u otros proyectos. Osasuna tiene que vivir con los propios recursos que genera”, responde Sabalza a nuestra pregunta sobre que retos tendrán en el futuro esas entidades que apuestan por vivir de lo que producen.
A 90 minutos del cielo
En unas horas Osasuna buscará el pasaje a la final de la Copa del Rey e intentará definir dicha competición ante gigantes que como Real Madrid o Barcelona, manejan cientos de millones de euros más que los rojillos. Sabalza habla de otras vías para conseguir que en el césped todo se equipare: “Así que para continuar siendo competitivos en un contexto que cada vez es más difícil, tendremos que potenciar nuestros ingresos y avanzar en áreas como la digitalización o la internacionalización”.
Solo el tiempo dirá que ocurre esta noche, pero Osasuna aguarda por un paso más en esa reconstrucción donde hace ocho años y sin los cabezazos de David García o Javier Flaño, esta entidad centenaria en LaLiga viviría un presente incluso lejos de ser viable. Hoy se recogen los frutos de una gestión rompedora con los tiempos que vivimos, que muestran la viabilidad de ser un club de socios en 2023 y que abren un camino para competir ante cualquiera que se ponga en frente.
No solo el dinero garantiza resultados y el sentimiento de pertenencia, no lo compra ningún magnate. En un fútbol sudamericano donde las diferencias empiezan a ser más grandes no solo a nivel nacional sino igualmente cuando se va a competir con Brasil en torneos CONMEBOL, Osasuna muestra el camino para esos equipos que en pleno boom de los clubes estado o los multimillonarios, creen firmemente que billetera no mata galán. LATAM, a tomar nota.