Si alguno creía que los días de Jan Hurtado con Boca Juniors ya eran historia, pues sepan que es totalmente lo contrario. Y más de un hincha se puede agarrar la cabeza. Es que el venezolano sigue perteneciendo al Xeneize, pese a que actualmente, integra las filas de Liga de Quito. No obstante, como su regreso se dará a mitad de este 2024, representa un dolor de cabeza para la dirigencia azul y oro en cuanto al cupo de extranjeros.
Boca, en el plantel actual, tiene ocupado cinco de los seis puestos disponibles para jugadores extranjeros. Ellos son Marcelo Saracchi, Miguel Merentiel y Edinson Cavani (Uruguay), Bruno Váldez (Paraguay) y Luis Advíncula (Perú). Cabe recordar que tanto Frank Fabra como Jorman Campuzano tienen doble nacionalidad (colombiana y argentina), por lo que no ocupan lugar.
Sin embargo, para el mes de julio, se sumará Jan Hurtado debido a que termina su préstamo con Liga de Quito de Ecuador. A no ser que sea transferido al conjunto ecuatoriano o haya una oferta formal al respecto, deberá sumarse al plantel de Boca y ocupará una plaza de extranjeros, lo que lo dejará completo el cupo.
Para el plantel de Diego Martínez esto representa un problema de acuerdo a los planes que tiene para el futuro inmediato del equipo, sobre todo en cuanto a refuerzos tanto para este mercado de enero como para el de mitad de año.
Hurtado, en un partido entre Boca y Lanús por la Superliga 2019 (Getty Images).
Los planes de Boca en el mercado que complican el cupo de extranjeros
El tema del cupo de extranjeros siempre resultó un problema para Boca en el último tiempo. Es que la idea de buscar refuerzos de otros países choca con la cantidad que ya tiene en el plantel. Lo bueno de que Fabra y Campuzano ya lleven un tiempo en el país les permitió tenerlos en el plantel sin que ocupen plaza de extranjeros.
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Sin embargo, los problemas siguen debido a los que ya tienen y los que podría tener. Por estas horas, el objetivo del Consejo de Fútbol, que encabeza Juan Román Riquelme, es cerrar la llegada del chileno Carlos Palacios Núñez. Esto haría que en este mes de enero ya tengan cubierto el cupo.
Si esto pasa y no hay salidas de algún extranjero, con el regreso de Jan Hurtado, Boca podría incurrir en una infracción por tener más de seis jugadores no argentinos en su plantel. Por eso, la solución es desprenderse de algún futbolista en este mismo mes de enero.
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¿Puede Boca vender a Jan Hurtado para desprenderse de un cupo?
El nombre de Jan Hurtado será clave (otra vez) para el cupo de extranjeros de Boca. Lo mejor que le podría pasar al Xeneize sería transferir de forma definitiva al jugador venezolano, que tiene contrato hasta diciembre de 2026.
Jan Hurtado quiere volver a ser (IMAGO / Sports Press Photo).
En Liga de Quito, cerró el 2023 sumando minutos importantes y terminó con tres goles en 10 partidos. Hoy, a falta de centrodelanteros, podría ser titular en el equipo dirigido por Josep Alcácer (reemplazante del saliente Luis Zubeldía). Lo ideal para Boca sería que tenga un buen semestre en Ecuador para tener una chance de que los Universitarios consideren la compra de su pase.
El caso Jan Hurtado ha sido todo un tema de mercado para Boca desde su llegada a mitad de 2019 a cambio de alrededor de 5 millones de dólares. No tuvo continuidad en el Xeneize y se fue a préstamo a mitad de 2020 al RB Bragantino de Brasil. Poco después, prescindieron de sus servicios, y luego, no se supo mucho más sobre él hasta mitad de 2023 que se presentó en el club. Terminó cedido en Liga de Quito, donde está actualmente.
Si lo de Hurtado no tiene solución inmediata, Boca deberá desprenderse de otro jugador extranjero. El Consejo de Fútbol podría darle las gracias a Bruno Váldez, que cuenta con ofertas de Olimpia y Peñarol para dejar el Xeneize.