La secuencia de André Schürrle desbordando por la izquierda y asistiendo a Mario Götze en la final de Brasil 2014 todavía es una herida abierta en la memoria futbolística argentina. Sin embargo, en una muestra más de las impredecibles vueltas del destino, aquel verdugo alemán, que con 23 años alcanzaba la cima, un lustro después eligió un destino opuesto al caliente Maracaná: las montañas heladas, con el torso desnudo y desafiando lo imaginable.
El ex delantero, campeón de la Copa del Mundo con Alemania y de la Premier League con el Chelsea, colgó los botines a los 29 años, en 2020, en un movimiento que sorprendió a propios y extraños. Lo cierto es que detrás de la decisión había una profunda sensación de vacío y disconformidad con el ecosistema futbolero.
“No necesito más aplausos. Hay que interpretar un rol para sobrevivir en este negocio. Te sientes solo si los momentos bajos son cada vez más bajos y los altos menos frecuentes“, confesó Schürrle, en declaraciones citadas por el medio Emol, al anunciar su adiós. Lo hizo tan solo dos días después de rescindir su contrato con Borussia Dortmund, asediado por las lesiones y un trunco préstamo por el Spartak Moscú de Rusia. La frase delata la frustración de quien prometía ser un talento mundial.
Una carrera meteórica
André Schürrle irrumpió en el fútbol con la camiseta del Mainz 05 en 2009. Su velocidad y olfato goleador, pese a ser extremo, lo catapultaron al Bayer Leverkusen. Rápidamente dio un paso más y desembarcó en Chelsea para 2013, donde se quedó con la liga en 2015. Pero su momento cumbre ocurrió un año atrás, en el Mundial de 2014.

Schurrle, campeón del mundo en 2014 ante Argentina (Getty Images).
Tras aquel hito y perder terreno en Inglaterra, su carrera continuó con traspasos importantes al Wolfsburgo y Borussia Dortmund por 32 millones de euros, pero las lesiones y la falta de continuidad fueron apagando su llama, llevándolo a decir basta.
De los flashes a las cumbres bajo cero
Si pocos eran los que se podían imaginar su abrupto retiro, menos aún era quienes olfateaban el giro de 180 grados que Schürrle le daría a su vida, sustituyendo el césped y los goles por la nieve y la búsqueda de resistencia extrema. ¿Cómo? Sumergiéndose por completo en el llamado Método Wim Hof.
Se trata de una técnica deportiva extrema en honor al atleta neerlandés conocido como “el hombre de hielo”. La misma combina la respiración controlada y la exposición al frío para permitir que el cuerpo tolere temperaturas extremas.

Schurrle durante una de sus travesías aplicando el Método Wim Hof (@andreschuerrle.
Inesperadamente, esta filosofía cautivó la atención de Schürrle y lo llevó a emprender desafíos insólitos. Fue así cuando tiempo después de colgar los botines se viralizó su imagen de Schürrle escalando montañas nevadas, con temperaturas bajo cero, vestido apenas con un pantalón corto y un gorro de lana.
La máxima locura se dio cuando subió con el torso desnudo a Sniezka, el punto más alto de la República Checa, ubicado a 1.603 metros de altura. La experiencia fue narrada por él mismo. “La cosa mental y física más difícil que he hecho. Los últimos minutos no podía sentir nada y tuve que encontrar algo muy dentro de mí para seguir adelante. -19 grados, 100 km/h, viento en nuestras caras, fuerte nieve y lluvia. Mi cuerpo y yo somos más fuertes de lo que pensaba si pongo mi mente y alma en ello puedo hacerlo todo“, compartió en Instagram sobre su nueva faceta deportiva.

Una de las últimas imágenes de Schurrle caminando en temperaturas bajo cero (@andreschuerrle).
Claro está: el cambio es radical. Pasó de los 130 goles, 50 asistencias y la presión de los estadios a lidiar con la lucha por sobrevivir en cada desafío glacial. Además, también complementa su nueva vida con deportes como natación y ciclismo, siendo un participante frecuente de maratones y competencias. Un guion futbolero cortado prematuramente, pero que de todas formas tiene su nombre guardado en el olimpo de los campeones del mundo.
En síntesis
- André Schürrle se retiró a los 29 años en 2020 por “profunda desazón con el ecosistema de la alta competencia”.
- Actualmente el campeón mundial practica el Método Wim Hof, exponiendo su cuerpo a temperaturas extremas.
- Schürrle escaló el Sniezka (República Checa) con torso desnudo a -19 grados y vientos de 100 km/h.

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