Pocas -o nulas- cosas en Argentina y en el mundo despiertan tanta pasión como lo hace el fútbol. En nuestro país, el deporte más popular del planeta se vive con una intensidad distinta, ya que la forma en la que los clubes se desarrollan hacen parte -y dueños- a los hinchas mediante la sociedad. Allí, cada socio participa aportando con la cuota mes a mes, lo que le permite no solo ver los partidos en vivo, sino que también lo hace parte de cada actividad que se da en cada club en el que uno es socio.

Sobre esto, el histórico Presidente de Vélez, José Amalfitani, tiene una reconocida frase en donde expresa que “cada socio nuevo equivale a un campeonato y cada chico ganado a la calle es un título”, sintetizando de manera clara el motivo por el que los clubes tienen un rol importante tanto en lo pasional como en lo social a nivel país. En las antípodas de esta forma de administración que tienen los clubes en Argentina, encontramos el modelo de las Sociedades Anónimas Deportivas.

Pese a que este término se encuentra en la cotidianidad habitual en el fútbol, en las últimas horas las SAD estuvieron en boca de todo el país debido a la manifestación total de todos los clubes de fútbol de primera división y de categorías de ascenso, quienes se mostraron en contra de las declaraciones hechas por el candidato a Presidente, Javier Milei en 2022 pero viralizadas recientemente. Allí, el libertario destacaba que él se encuentra a favor de que los clubes sean Sociedades Anónimas debido a que era más redituable financieramente y que incluso hay clubes en el mundo que hasta “cotizan en la bolsa de valores”.

Ahora bien, ¿Qué son las SAD?

A simple vista, una Sociedad Anónima Deportiva es una forma de administración de instituciones en donde el principal objetivo no radica en las actividades y en los éxitos deportivos, sino que el énfasis principal está puesto en lo económico y lo financiero. Claro está que el fin es el mismo, que es darle prestigio y logros a un club, pero lo que no es igual son los medios.

Bajo este modelo, los dueños de los clubes compran -literalmente- a la institución, por lo que deja de existir la sociedad con los hinchas para que la dirección de un club pase a estar sujeta a lo que quieren y buscan quienes pusieron los billetes, anulando así -entre otras tantas cosas- las elecciones presidenciales ya que la responsabilidad de lo que suceda con cada institución recae completamente en los accionistas.

Así, cada dueño de club, ya sea una empresa, una persona o una entidad, puede tomar la potestad de quitar disciplinas, deportes o actividades porque no sean redituables económicamente, algo que puede marginar integrantes de una institución deportiva por el simple hecho de ser amateur o recreativo. 

Dicho en criollo, y simplificado, que un club pase a ser administrado por una SAD involucra que, de pertenecer a sociedades hechas por los propios socios y que se jactan de ser entidades sin fines de lucro (pese a recibir dinero por sus actividades mediante las cuotas sociales, logros e ingresos deportivos) pasarían a ser empresas que tengan como objetivo principales nada más que el lucro.

No solo se pone en riesgo toda actividad deportiva que no dé rédito con una SAD, sino que la historia de un club entero también puede verse perjudicada. Un ejemplo concreto sería el de un empresario que compra un club, los resultados no acompañan y, luego de una cierta cantidad de temporadas, decide vender su patrimonio al mejor postor para recuperar el dinero invertido, haciendo que las instituciones se hundan deportiva y económicamente. 

Un caso actual y reconocible a simple vista es el del Everton en la Premier League, siendo un equipo histórico de Inglaterra que, desde que fue adquirido por capitales extranjeros se encuentra en una crisis institucional, financiera y futbolística.

¿Qué dijo Javier Milei acerca de las SAD?

Sobre este tema, en la entrevista que tuvo con Alejandro Fantino en Neura en octubre del 2022, el candidato a Presidente por La Libertad Avanza expresó: “A mí me gusta el modelo inglés, no les va mal. La pregunta es cómo se financia. Las sociedades anónimas, de hecho, tienen clubes que cotizan en bolsa y todo. ¿A quién carajo le importa quién es (el dueño) si le ganás a River cinco a cero y sos campeón del mundo? ¿O preferís seguir en esta miseria que tenemos cada vez de fútbol de peor calidad? ¿Cómo nos va cada vez que salimos afuera de la Argentina? ¿Vos preferís perder 4 a 0 contra el Milan pero decir ‘soy nacional y popular? ¿Antes que pegarle un baile de novela?’”.

Milei no fue el primer candidato a Presidente de la Nación en querer instalar el tema en la agenda política, ya que Mauricio Macri, en su momento, también apoyó esta modalidad para los clubes de Argentina.

La reacción de los clubes

Ante la viralización de estas declaraciones de Javier Milei, y ante la posibilidad de su asunción como Presidente de la República en el balotaje del próximo 19 de noviembre, desde las cuentas en redes sociales de todos los clubes del fútbol argentino se pronunciaron en contra de la legalización de las SAD en Argentina, defendiendo su historia y a sus socios.

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