No era un partido más para Lionel Messi en el PSG. El 30 salió al campo de juego con el objetivo de sumar de a tres sin sus dos compañeros estelares en ataque. Kylian Mbappé y Neymar -ambos lesionados- lo vieron de afuera y, como nosotros, disfrutaron de un terrible golazo del mejor de todos.

La historia había arrancado complicada, porque Toulouse se había puesto en ventaja con un gol de tiro libre en el primer tiempo. Hakimi, con una gran maniobra individual, puso el 1-1 con el que se fueron al descanso. Cuando no pasaba nada en el trámite, promediando 15' del complemento, apareció el campeón del mundo.

Hakimi jugó la pelota para el lado de la medialuna, donde esperaba Marquinhos. El brasilero la dejó pasar y Messi, sin control previo, sacó un zurdazo a colocar para ubicar el balón en el palo derecho del arquero. Un gol tremendo, como nos tiene acostumbrados.

Es el segundo partido consecutivo donde Leo convierte para el París Saint-Germain, teniendo en cuenta que venía de convertirle al Montpellier. A pocos días de los octavos de Champions ante el Bayern, Messi llega encendido.