Por la jornada 27 de la Premier League, Manchester United recibió a Ispwich Town en un inesperado duelo directo en Old Trafford. Es que la temporada va peor de lo esperado para los Diablos Rojos y este partido contuvo puntos clave para evitar acercarse a la zona de descenso.
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Los comandados por Ruben Amorim llegaron a este encuentro en la 15° colocación a solamente 13 unidades de la zona roja, dónde se ubicaba la visita. En caso de una victoria de Ipswich, la diferencia se acortaría a solo 10 puntos, creando aún más presión para el tramo final de la campaña.
Como si fuera poco, el encuentro comenzó con un grosero error de Manchester United que puso en ventaja a los visitantes. Falta de comunicación entre la última línea y André Onana provocó el festejo de Jaden Philogene-Bidace en apenas 4 minutos.
Un pelotazo largo parecía estar controlado por el carrilero Patrick Dorgu, que intentó jugar atrás para su arquero. Sin embargo, el camerunés se había adelantado demasiado y quedó muy cerca de su compañero, lo que le imposibilitó recibir el pase.
De esta manera, Philogene-Bidace aprovechó el regalito para definir ante el arco vacío. Afortunadamente para los Diablos Rojos, un gol en contra de Sam Morsy y otro tanto de Matthijs de Ligt dieron vuelta el resultado antes del entretiempo.
Manchester United vuelve a pensar en la venta de Garnacho y sus jóvenes promesas
De acuerdo al mencionado reporte, Manchester United arrastra una deuda de 360 millones de euros y deberá abonar al menos 200 millones en el próximo año. En caso contrario, se enfrentaría a graves consecuencias como la quita de puntos o incluso un descenso virtual de la Premier League.
Allí es donde entran las figuras de Alejandro Garnacho y Kobbie Mainoo, dos jugadores surgidos del club, que no significaron gastos y cuyas ventas implicarían sólo ganancias para mitigar los efectos de la deuda. En enero, los Red Devils pedían 75 millones de euros por el argentino, pero ni Napoli ni Chelsea se decidieron por pagar ese monto.
Ahora entrará en la disyuntiva la necesidad de que el equipo mejore y pelee cosas importantes nuevamente, y vender a sus principales promesas para ajustar sus finanzas. Una situación algo similar a la que vivió el Barcelona hace algunos años y que le costó el ser competitivo a nivel internacional durante varias temporadas.
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