¡Al fin se dio la fiesta de los campeones del mundo! En un Monumental con más de 80 mil personas presentes en Núñez desde temprano, la Selección Argentina estrenó las tres estrellas en el escudo ante Panamá y se dio un triunfo por 2 a 0 con los goles de Thiago Almada y Leo Messi, siendo paradójicamente los polos opuestos, ya que el "Guayo" convirtió su primer tanto en la Albiceleste y el capitán llegó a los 800 goles en su carrera profesional.

Luego del partido, la fiesta siguió su rumbo con más bandas en vivo, con la vuelta olímpica y con los festejos en sí de los futbolistas de la Selección en el campo de juego, entre ellos, con sus familias y con varias invitadas especiales: una Copa del Mundo para cada uno. 

Más adentrado el festejo, al seleccionado le llegó cotillón y, bajo las órdenes de Lautaro Martínez con el micrófono en la mano, se desató la verdadera locura y con ella, las chicanas para los rivales. Primero a Brasil por la Copa América y luego a Francia por la final del Mundial, los integrantes de la Scaloneta cantaron clásicos temas de cancha y allí pudo verse la reacción de Leo Messi sobre las picantes canciones hacia su país de residencia actual.

Cuestionado en aquel lugar por su rendimiento en el PSG y por la obtención de la Copa del Mundo ante ellos, con la canción "un minuto de silencio, para Francia que está muerto", Messi se sumó con una sonrisa de par en par, cantando y saltando como todos los integrantes de la Scaloneta.

Habrá que ver en escasos días como reaccionan desde el país francés a esta chicana. Pero lo cierto es que poco parece importarle a Leo Messi, quien se mostró más feliz que nunca en la fiesta de los campeones del mundo en su país.