Venezuela y Brasil chocan este jueves 14 de noviembre por la 11° jornada de las Eliminatorias de CONMEBOL rumbo al Mundial 2026, que se llevará a cabo en México, Estados Unidos y Canadá.
Se trata de un duelo clave en las aspiraciones de ambos para clasificar a la próxima Copa del Mundo.
Con el regreso de Vinicius, Brasil acumula 16 puntos en la tabla que lidera Argentina (con 22) y necesita el triunfo para alejar los fantasmas y consolidarse en los puestos de clasificación al Mundial.
Venezuela, por su parte, busca hacerse fuerte de local y va por el golpe que le permita colarse entre las selecciones que estarían clasificando al Mundial (hoy está fuera de la zona de clasificación, con 11 puntos).
El encuentro se lleva a cabo en el Estadio Nacional de Maturín, una de las ciudades más importantes de Venezuela.
Estadio Nacional de Maturín: El coloso del fútbol en el oriente venezolano
Ubicado en el corazón de Maturín, estado Monagas, el Estadio Nacional de Maturín se erige como uno de los escenarios deportivos más imponentes de Venezuela. Inaugurado el 24 de junio de 2007, este recinto es un símbolo del desarrollo del fútbol en el país y una joya arquitectónica que representa el esfuerzo por posicionar al deporte rey en la región oriental.
El Estadio de Maturín tiene capacidad para más de 50 mil personas (IMAGO)
Con capacidad para albergar a 51.796 espectadores, el estadio destaca como uno de los más grandes del continente sudamericano. Fue diseñado para cumplir con los estándares internacionales de la FIFA, lo que permitió que fuera una de las sedes de la Copa América 2007, evento en el que Venezuela mostró su capacidad para organizar torneos de alto nivel. Durante ese certamen, el estadio albergó partidos memorables, incluyendo encuentros de la fase de grupos y los cuartos de final.
El diseño del Estadio Nacional de Maturín combina funcionalidad y modernidad. Su césped natural es considerado uno de los mejores del país, y las instalaciones están equipadas con espacios dedicados a la prensa, vestuarios de nivel profesional y áreas de esparcimiento para los aficionados. Además, su infraestructura permite que se adapten eventos culturales y conciertos, consolidándose como un punto de referencia en el oriente venezolano.
A pesar de su grandeza, el estadio ha enfrentado desafíos. En los últimos años, las dificultades económicas y de mantenimiento han afectado algunos de sus espacios. Sin embargo, las autoridades locales y los fanáticos del deporte trabajan constantemente para mantener este coloso operativo y listo para recibir grandes encuentros.