El último boleto para la Liguilla se puso en disputa esta noche en un Estadio Azteca que no contó con el aliento de los aficionados de Cruz Azul y Monterrey debido al partido de veto al inmueble por los gritos homofóbicos que sucedieron en la última presentación de los celestes como locales ante León.

Pese a la ausencia de ese gran factor que representan los hinchas, Cementeros y Rayados salieron a disputar con todo el pase a los Cuartos de Final y en ese sentido, fueron los regiomontanos los que iniciaron con mayor intensidad y contundencia pese a su condición de visitantes, al grado de que mandaron a la lona al campeón.

El primer mazazo rayado vino desde el manchón de penal. Julio César Domínguez cometió una mano que de entrada no se detectó; sin embargo, el VAR se dio cuenta de la infracción y se señaló la pena máxima que Rogelio Funes Mori se encargó de ejecutar con colocación, lejos del alcance de Jesús Corona. ¡Gol de Monterrey!

Los azules se mostraban desorientados, no lograban meterse en el juego y eran superados por su rival. Rayados por su parte se sabía dominador del encuentro y quería aprovechar su momento para ampliar la ventaja, lo cual sucedió cuando Maxi Meza se encontró con un balón en la zona de la media luna y sacó un potente zapatazo que fue a dar directo a las redes. El campeón estaba en la lona.

A sabiendas de que no podían quedarse cruzados de brazos, los azules adelantaron líneas y se sacudieron el letargo inicial. De a poco comenzaron a jugar más tiempo en campo rayado al grado de propiciar una falta dentro del área en la que Giménez quiso habilitar a Rivero y este fue derribado.

Yoshimar Yotún cargó con la responsabilidad de cobrar y no falló. El peruano colocó el balón lejos del alcance de Andrada. ¡Cruz Azul estaba vivo e iba por el empate! Los monarcas vigentes de la Liga se llenaron de ánimo tras la anotación y de no ser por el cancerbero regio, la igualada hubiera llegado mediante Pol Fernández en dos jugadas en las que el cancerbero rayado salvó a su equipo.

Con las emociones a flor de piel, los dos contendientes se fueron al descanso con un conato de bronca en el que Corona se fue amonestado. Al final, las cosas no pasaron a mayores y los dos partieron al entretiempo con la sensación de que todavía habría más historia que contar para el complemento.

Ni bien se puso en marcha el segundo tiempo y Cruz Azul se fue con todo al frente por el tanto del empate. Santiago Giménez tuvo quizá la más clara en una diagonal retrasada donde quedó sin marca dentro del área, pero terminó por mandar la pelota muy por encima del arco. Error del Chaquito que le saldría muy caro a su equipo.

Monterrey no renunció nunca al ataque pese al asedio celeste y en un descuido azul vino el tercer tanto de la noche. Aguirre le ganó a Rivero en el callejón del área y sacó un centro que llegó hasta Ponchito González, quien intentó disparar y consiguió que en una serie de rebotes, el esférico le cayera a Funes Mori, quien con toda la ventaja definió cruzado ante el achique de Corona.

Al final, con un Cruz Azul volcado y urgido de goles, vino la puntilla regiomontana. Un centro medido a la ubicación de Janssen le permitió al holandés levantarse con autoridad y rematar potente, colocado, inalcanzable para Jesús Corona que veía como el sueño del bicampeonato se esfumaba.

Monterrey vino a pintarle la cara a Cruz Azul y le repitió la dosis de Concachampions. 4-1 que caló hasta el alma para los Cementeros, los dejó eliminados y de paso, mandó a la Liguilla a unos Rayados que seguramente serán una prueba dura para cualquiera que los tenga por delante, en este caso, Atlas.