La trágica experiencia de hace un par de semanas en La Corregidora parece no haber servido de triste ejemplo para un grupo de aficionados que asistieron al Estadio Jalisco y que en pleno clásico tapatío protagonizaron un conato de bronca que, si bien no pasó a mayores, dejó un saldo de seis detenidos.
Claro que la conducta de algunos inadaptados no puede opacar el buen comportamiento de la amplia mayoría de los asistentes a presenciar el partido entre Atlas y Chivas, que finalizó con empate 1-1 y algunas agresiones también en el terreno de juego que le valieron rápida expulsión a los futbolistasMiguel Ponce eÍan Torres.
Fue durante la transmisión del partido que realizó TUDN que se hizo el primer reporte sobre un conato de bronca que se habría iniciado en las tribunas, aunque inmediatamente se informó que las autoridades de seguridad lo habían repelido rápidamente. Luego, se daría informe de nueve espectadores que fueron retirados del estadio, además de seis que quedaron detenidos por faltas administrativas.
En el operativo de seguridad que se deplegó para custodiar el normal desarrollo del Clásico Tapatío participaron 2.158 elementos: 800 correspondientes a la Policía de Guadalajara, 150 de Zapopan, 963 elementos de seguridad privada, 50 de la Guardia Nacional, 50 de la Policía Estatal, 50 de la Policía Vial, y 95 de Protección Civil y Bomberos; además del Escuadrón Aerotáctico Zeus.
Los jugadores tampoco dieron el ejemplo
Las agresiones en la primera mitad que derivaron en las expulsiones deMiguel Ponce eÍan Torres; además del festejo del gol del empate por parte de Julián Quiñones, que también le valió ser expulsado por ser propicio de incitar a la violencia, fueron la más clara prueba de que los jugadores también se quedaron lejos de hacer un buen aporte a la cruzada por erradicar la violencia del futbol mexicano.