Y un día debía llegar el primer gol de Lionel Messi en Paris Saint-Germain. Llegó en un partido especial y clave para los parisinos en Champions League. Fue el segundo para el 2-0 definitivo ante Manchester City en el Parque de los Príncipes por la segunda fecha del Grupo A. No fue un buen partido del equipo de Mauricio Pochettino, pero lo importante fue sumar de a tres puntos y ante un rival directo en la lucha por clasificar.

Los parisinos supieron resistir los embates de los ingleses, quienes por mala fortuna e imprecisiones a la hora de definir, más algunas atajadas de Gianluigi Donnarumma, no pudieron quebrar el cero. El gol de Gueye era demasiado premio para la victoria local, pero Messi no sólo sentenció la historia, sino que escribe su primer capítulo dorado en París.

 

Los primeros quince minutos fueron de lo mejor por lejos de PSG en el partido. La distribución de pases y los espacios que lograban encontrar en tres cuartos permitieron las únicas maniobras de peligro entre Messi-Neymar-Mbappé. Al minuto 8, una jugada por derecha que inicia Messi y culminan entre Mbappé y Hakimi logra el centro al área. Neymar erra la definición, pero aparece Gana Gueye para definir al ángulo superior del arco y pone el 1-0.

Gol de Gueye

A partir de los 20 minutos, empezó a crecer Manchester City y supo ser tan peligroso, que hasta pudo haber marcado el primero. Fue el propio Bernardo Silva quien se convirtió en verdugo para el equipo de Pep Guardiola, ya que tuvo el gol y lo erró abajo del arco de forma increíble. Posiblemente, uno de los errados más insólitos de todo el año futbolístico.

Bernardo Silva, verdugo de su propio equipo (Getty)

Bernardo Silva, verdugo de su propio equipo (Getty)

Las espaldas de Nuno Mendes fueron un grave problema para PSG, sobre todo con los cambios de frente tras la jugada que comenzaba por la derecha con Grealish. En varias ocasiones, el portugués tuvo que ser auxiliado por Kimpembe o por Gueye, mediocampista interno por la izquierda. Incluso en el segundo tiempo tuvo sus situaciones Manchester City, pero apareció la figura de Donnarumma para tapar un par de ocasiones de peligro.

Con el correr de los minutos, los citizens fueron llevando el partido a la monotonía y la falta de ideas fue derritiendo la chance de igualar. Así, justo cuando no pasaba nada en el partido, apareció el genio. Messi frotó la lámpara con una carrera de derecha al medio, con un buen pivoteo de Mbappé, que le hizo servir la pelota para que defina de zurda y al ángulo para el 2-0. Gol clásico de Leo, pero que siempre rompe y liquida defensas.

Gol de Messi

Los minutos finales estuvieron de más, salvo por una perla: Messi, tirado por detrás de la barrera para evitar cualquier sorpresa. Gran triunfo en París para el local, más allá de que sufrió gran parte del partido, pero Messi puso las cosas en su lugar para lograr su primer gol.