Poco más de 48 horas tiene Barcelona para cerrar con broche de oro un mercado de fichajes que genera envidia a lo largo y ancho de Europa. LaLiga está cada vez más cerca, el debut con Rayo Vallecano también y Gerard Piqué se convierte en pieza angular de ese plan para que todos los refuerzos culés puedan saltar al Camp Nou el día sábado. Capitán en toda regla.
Se vienen meses más que particulares para el zaguero de 35 años. Tras una serie de escándalos y lesiones fuera del terreno de juego, Piqué se ha quedado estancado en la plantilla como el quinto central de un equipo donde Andreas Christensen, Jules Koundé, Ronald Araujo y Eric García partirán por delante del defensor en las consideraciones de Xavi Hernández. Dicho esto, Gerard seguirá siendo clave en un club que corre contra el tiempo.
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Desde Sport aseguran que el Operativo para poder inscribir a todos los fichajes ya se encuentra en marcha. Habrá nueva venta de activos, salidas como la de Memphis Depay que llegarán a buen puerto y renovaciones en los contratos de los capitanes del club. Mientras con Sergio Busquets las negociaciones para conseguir dicho hecho se estancan, Piqué realiza el máximo acto de barcelonismo para que los culés disfruten de todos y cada uno de sus refuerzos el día sábado.
Gratis si hace falta
Correcto, el defensor ha planteado a Joan Laporta la posibilidad de cobrar el mínimo avalado por LaLiga para así destrabar un límite salarial que sigue disparado y que hace imposible cualquier inscripción ahora mismo por Barcelona. AS afirma que Piqué ha puesto su contrato por más de 10 millones de euros a disposición de un club al que no le sobra ni un segundo para lograr su objetivo.
Se vienen horas claves para que Barcelona cierre con broche de oro un mercado de ensueño que habrá que ver qué consecuencias económicas tiene en la entidad dentro de 20 años. Mientras se llega a dicho momento, Gerard Piqué realiza el máximo acto de amor por un equipo donde por primera vez en 13 años, no tiene ni garantizado su lugar en el banquillo.