Desde el pasado 21 de mayo que la vida de Kylian Mbappé cambiase para siempre. La renovación de su contrato con PSG con rechazo incluido a las ofertas del Real Madrid dio un nuevo rango a la estrella francesa que poco o nada viene gustando en el Parque de Los Príncipes. Medios galos y brasileños afirman que el vestuario empieza a estar en su contra.

El nuevo contrato del delantero de 23 años finalizará en el 2025 y contará con un sueldo de hasta 50 millones de euros cada 12 meses que va acompañado de un poder nunca antes visto en el Parque de Los Príncipes. Kylian será la piedra angular del proyecto, así como una pieza clave en la decisiones deportivas que ya se llevaron por delante a Mauricio Pochettino o Leonardo.

Nasser Al-Khelaifi está dispuesto a cumplir cada uno de sus deseos, pero dicho hecho choca de lleno con un vestuario de estrellas donde los roces del pasado fin de semana con Neymar confirmaron que algo raro se cuece en París. Las actitudes del delantero ante Montpellier y su desidia para acompañar diversos ataques de sus compañeros llamaron la atención de L’Equipe, donde afirman que la tensión por el poder de Mbappé en PSG empieza a convertirse en cuestión de estado.

Aislado por sus propios compañeros

TNT Sports Brasil y el medio francés no dudan, la directiva del Paris Saint Germain ve una ruptura en el vestuario de un club donde los favoritismos hacía Mbappé comienzan a tener efectos colaterales. Futbolistas como Neymar sienten que su compañero quiso sacarlo del Parque de Los Príncipes y que la disputa por un penalti el fin de semana confirma los mimos de Qatar a un futbolista al que no solo se ve lejos de sus colegas en el terreno de juego, sino también en los vestuarios.

Le Parisien por su parte afirma que incluso el crack se encuentra disgustado con algunas decisiones de Luis Campos (Kylian pidió su llegada a París) por el deseo del nuevo director deportivo por conformar un equipo equilibrado y no alrededor de su figura. El vestuario del PSG, analizan desde Brasil y Francia, empieza a aislarse de un Mbappé al que ven como el gran desestabilizador del nuevo proyecto del Parque de Los Príncipes.