Era el final soñado. De película. Sergio Agüero había prometido muchos años atrás que iba a dejar el Manchester City cuando logre ganar la Champions League por primera vez en la historia del club. Ya sabiendo que su futuro estaba en Barcelona, el equipo de Pep Guardiola logró alcanzar la instancia definitoria del torneo más importante a nivel clubes en Europa y el Kun quedó a un paso de cumplir con su palabra. 

Pero lamentablemente, el destino tenía otros planes para el delantero: el gol de Kai Havertz en el primer tiempo fue suficiente para que el Chelsea de Thomas Tuchel se imponga en el marcador y grite campeón tras un duelo en el que el argentino disputó unos 20 minutos teniendo en cuenta el tiempo agregado, algo por lo que se criticó también al entrenador.

Las imágenes del argentino en cancha fueron desgarradoras: mucho llanto, habiendo allí una mezcla entre la tristeza de no poder haber agrandado su leyenda y el hecho de que fue su último partido con la camiseta de un club que defendió durante una década de la mejor manera, yéndose como máximo goleador en la historia y amado por todos los hinchas. 

En las redes sociales, al día siguiente de dicho evento, escribió un breve mensaje con dos fotos para darle un cierre definitivo a esta etapa: "Orgulloso del equipo y de haber vestido tantos años esta camiseta. Manchester City siempre en mi corazón", expresó estando listo ahora para armar las valijas y viajar rumbo a su país lo antes posible.

Ahora deberá cambiar el chip y pensar en la Selección Argentina: se viene una doble fecha de Eliminatorias seguidas de la Copa América donde el conjunto Albiceleste hará de local. De allí, seguramente, volverá directamente con Lionel Messi, su gran amigo, para comenzar a vivir la experiencia única de ser compañeros de equipo todos los días.