Los episodios de violencia que se desarrollaron el pasado miércoles 20 de agosto en el Estadio Libertadores de América, en el marco del partido revancha de octavos de final de la Copa Sudamericana entre Independiente y Universidad de Chile que finalmente fue cancelado por CONMEBOL, continúan generando repercusiones a un lado y el otro de la cordillera.
Es que mientras el ente rector del fútbol sudamericano se toma el tiempo de analizar pruebas e informes para tomar una determinación definitiva, en ambos clubes están buscando endilgar al otro la mayor responsabilidad por lo sucedido. En La U alegando que era el local quien debía garantizar la seguridad en el evento y que por el contrario permitieron a sus barras iniciar una cacería en la tribuna visitante. En El Rojo planteando que fueron los hinchas chilenos los que iniciaron todos los conflictos que llegaron a la cancelación del encuentro y apuntando a esa directiva como encubridora.
Quien tomó la palabra recientemente para aportar un testimonio más sobre la barbarie que una vez más se impuso por sobre el espectáculo en el fútbol sudamericano fue Gustavo Álvarez, entrenador argentino que está atravesando su segundo año al frente de la Universidad de Chile.
“Quiero mandarle un fuerte abrazo a toda la gente de Universidad de Chile. No solo a los que estuvieron en la tribuna alta esa noche, sino a todos sus familiares y seres queridos que deben haber sentido toda la indignación, la incertidumbre y la impotencia que sentimos los que estuvimos en esa cancha“, dijo durante la conferencia de prensa previa a un nuevo clásico ante Colo Colo.

Gustavo Álvarez se refirió al “odio infundado” que originó la violencia en Avellaneda. (Foto de Getty).
“Fue la impotencia de no poder hacer nada. Estoy hablando de muchos kilómetros de distancia en el caso de los familiares. Y de nosotros mismos, que con una distancia de 100 metros estábamos encerrados en un vestuario, incomunicados por un tema de conexión, sin saber de ellos ni de lo que había pasado“, agregó Álvarez.
Y concluyó: “Fue un momento muy doloroso. Sentí un gran desprecio por la vida, por el prójimo y un odio infundado. La verdad que el fútbol, el deporte, no puede ser lugar para todas estas cuestiones”.
Grindetti acusó de encubridora a la dirigencia de U de Chile
En el comunicado institucional que se encargó de leer personalmente el pasado miércoles, una semana después de la cancelación del partido, Néstor Grindetti, presidente de Independiente, acusó de encubridora a la dirigencia de la Universidad de Chile.
“Condenamos enérgicamente los hechos de violencia protagonizados por delincuentes disfrazados de hinchas y vamos a pedir que nunca más pisen una cancha de fútbol. Pero no podemos decir lo mismo de la Universidad de Chile ni de sus dirigentes. Su accionar es cómplice y vergonzoso. En lugar de repudiar lo que hicieron sus hinchas, eligieron encubrirlos y culpar a otros”, remarcó.







