Después de sacarse chispas con varios jugadores de River y de despedirse de la gente con gestos, Felipe Melo la siguió en conferencia de prensa. El defensor de Fluminense se mostró en llamas por el arbitraje de Wilmar Roldán y hasta recordó lo que sucedió en Brasil.

Primero, fue claro cuando le consultaron si vivió de otra manera el partido teniendo en cuenta el rival: “Especial es jugar contra Boca Juniors, jugar contra River es un partido normal para mí. Especial es jugar con la camiseta de Fluminense, la Copa Libertadores. Esto fue normal, entre en el campo e intente ayudar a mi equipo de la mejor manera posible. Especial es jugar con Boca, contra River da igual”.

Luego, cargó contra Roldán: “Acá jugamos una final, sobre todo para River. Si no ganaba o empataba estaba afuera. Nosotros cuando jugamos en casa en el Maracaná, sobre todo el primer tiempo River hizo demasiadas faltas y el árbitro no cobró, hoy lo mismo”.

“Hay que ver eso porque jugas contra un equipo fuerte que empieza a hacer faltas, pegar patadas y el árbitro no pita es más difícil todavía. Nosotros tenemos confianza que partido a partido podemos mejorar y ganar la Copa”, cerró. No se fue contento.