A pesar de contar, quizás, con el mejor plantel del mundo, Paris Saint-Germain sigue sin encontrar un funcionamiento colectivo acorde a sus nombres propios. Y eso pudo apreciarse, nuevamente, en el compromiso de este domingo.
Con el mítico estadio Parque de los Príncipes de París como escenario, el conjunto comandado tácticamente por Mauricio Pochettino se encontró frente a frente con el peligroso Olympique de Lyon, que lo puso en serios aprietos.
De hecho, la visita logró ponerse en ventaja con un gol de Lucas Paquetá ya en el segundo tiempo. Más tarde, mediante un penal muy polémico, Neymar emparejó la historia en un duelo que más tarde tuvo el cambio de Lionel Messi, que no reaccionó del todo bien.
Así fue como la historia se encaminó hacia un empate prácticamente indeclinable. De todas maneras, en el último minuto y cuando nadie esperaba una nueva emoción, el ingresado Mauro Icardi apareció en escena para modificar la historia.
En tiempo de descuento, el delantero argentino aprovechó un muy buen centro de Kylian Mbappé para meter la cabeza, cambiarle la dirección a la pelota y establecer el 2-1 que posteriormente sería definitivo, desatando la locura de los hinchas locales.