Y un día se cortó la racha. De títulos, de victorias consecutivas, de goles de Yamila Rodríguez. Y fue UAI Urquiza el encargado de frenarla. Es cierto, es un Boca diferente al súpercampeón del 2021: cambió medio equipo titular y a su entrenador. Sin embargo, en la Copa Federal había convertido 16 goles en tres partidos demostrando que su potencia ofensiva estaba intacta. Sin embargo, el Furgón tomó nota. Salió a jugar pensante y atento. Y le ganó bien, cerrándole los caminos y sorprendiendo. Y, así, las Guerreras se quedaron con esta primera edición de la Copa Federal.
Foto: AFA DESARROLLO
“No nos vamos nada, que nos saquen a patadas”, cantan las jugadoras de UAI en un vestuario de la cancha de Arsenal que es pura fiesta y está bien. Se sacaron una espina enorme después de caer 5 a 2 en la final del Clausura ante el mismo rival, un resultado que se entiende más por los cuatro goles de Yamila Rodríguez que por el partido en sí. Se trata de uno de los planteles más jóvenes de la Primera que además sufrió un recambio importante con la salida de cuatro pilares (Gramaglia, Masagli, Preininger y Taborda).
Para un equipo sin el potencial económico que puedetener Boca, reamarse fue cuestión de elegir muy bien. Y plantear un partido ante un rival conocido pero nuevo a la vez era un desafío. Lo ganó con cabeza, piernas y esfuerzo y sacrificio colectivo. Fue inteligente el planteopero también fue bien ejecutado por las 11 que comenzaron el partido y las tres que ingresaron en el segundo tiempo.
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Tamara Bazán y Mendoza se le pegaron a Yamila, que venía de una racha de siete partidos seguidos haciendo goles (14 goles en total, seis por la Copa Federal)y le cortaron los caminos al arco. Allende, más retrasada, y Cata Ongaro coparon el medio campo para anular a Preininger (ex UAI hasta el Clausura) y a Camila Gómez Ares, quien era la encargada de conectar el medio con las puntas. Y cerraron el circuito con Urbani, que en los primeros partidos de la Copa había copado la banda derecha aprovechando la explosión y velocidad en el 1 contra 1.
-A ganar.
Iban diez minutos del segundo, después de un primer tiempo luchado pero sin grandes ocasiones de gol. UAI Urquiza se puso en ventana a los 2 minutos y medio,utilizando las herramientas del arranque: presión alta, recuperar la pelota y confiar en que pudieran resolver las de adelante. Sandoval sorprendió en una mala salida de Boca (y una buena recuperación), pero Andrea Ojeda puso el empate apenas un minuto y medio después.
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Fue en ese momento que Leandro Iglesias metió los tres cambios: tres puntas a la cancha. Alaniz, De la Serna y Hardie adentro, afuera tres volantes. Reacomodó el medio y lo fue a buscar, pero sin desorden, sin dejar espacios, con paciencia. Y así apareció Hardie para una definición bárbara y poner el 2 a 1 que sería definitivo.
Boca se quedó sin armas: metió a Melanie Morán y Pepi Piazza, dos de los refuerzos, de buen pie y juego ofensivo. También ingresó Brisa Priori, la goleadora de la Reserva. No hubo caso. Tuvo una última chance en los segundos finales que Rodríguez no pudo conectar. Pero lo que le faltó a Boca fue más que un gol. Le faltó acaso el fútbol que le daba Lorena Benítez (hoy en Estudiantes de Buenos Aires), las salidas de Vallejos y Estábile, la polenta de Troncoso (ahora en Junior de Colombia) y el esfuerzo de Huber (con un desgarro). Tendrá mucho trabajo por delante Jorge Martínez para reacomodar las piezas y reencontrar el juego perdido. Tiene elementos para hacerlo.
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Para UAI es todo ganancia. Es volver a dar una vuelta, es sacarse la bronca por la final, es saber que pese a las bajas, hay material para seguir creciendo y peleando en un fútbol femenino en el que siempre es protagonista. Ahora, inscribiendo su nombre en una nueva Copa, la Copa Federal, que tuvo su primera edición pero que seguro no será la última, quizá la próxima con más equipos de todo el país, quizá en otras sedes y otros campos pero siempre con el objetivo de ver crecer al fútbol femenino.