En un principio se pensó que era un problema con su visa, pero luego se confirmó que Julio César Chávez Jr. fue detenido en Estados Unidos por ser acusado de tener vínculos con el Cártel de Sinaloa, liderado históricamente por Joaquín el Chapo Guzmán. En este informe especial, revelamos la relación directa del boxeador con uno de los narcotraficantes más temidos de la historia y como su vida puede pasar del ocaso deportivo a una grave condena judicial.
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Claudia Sheinbaum, presidenta de México, se expresó sobre la detención de Julio César Chávez Jr.
Para entender el principio de la historia hay que traer a escena un nombre que será clave: Frida Muñoz. Nacida un 26 de julio de 1987 en Culiacán, México, es Licenciada en Administración de empresas y además cuenta con una Maestría en Administración de Negocios y Finanzas, aunque una de sus principales pasiones es la música. En su pasado estuvo casada con Edgar López Guzmán, uno de los hijos del Chapo.
De esta unión nació una hija en común en 2006, por lo que ya es una adolescente mayor. Edgar fue asesinado en 2008 a raíz de un error en la guerra narco en la que estaba envuelta su familia. 500 disparos fueron los que cayeron sobre su humanidad y la de dos acompañantes que terminaron acribillados por miembros del mismo Cártel que los confundieron con un bando enemigo.
La historia de Chávez Jr. y Frida Muñoz
A partir de allí, Frida se alejó de la familia Guzmán y decidió comenzar una nueva vida en California, aunque el pasado es imborrable. Alrededor del año 2015 el boxeador y la mexicana habrían comenzado a conocerse para casarse en 2018. Tienen dos hijos, llamados Julio y Julia. A pesar de que Muñoz fue investigada en múltiples ocasiones por la Justicia, nunca se la pudo implicar en alguna de las actividades ilícitas del universo del narcotráfico.
Frida Muñoz junto a los Chávez, padre e hijo. (X)
Cuando el Chapo quedó fuera del mapa por su detención definitiva en Estados Unidos, el que se hizo cargo del Cártel fue su hijo Ovidio Guzmán (35 años), quien mantuvo el linaje sanguinario que había mostrado su padre durante tantos años para atormentar a toda una nación. Se comenta que su ambición era desmedida y esto llevó a las autoridades a actuar de rápida manera, lo que transformó al cazador en cazado. El mencionado Ovidio aceptó colaborar con la Justicia a cambio de recibir beneficios penales y otro peligro de Sinaloa fue desarticulado.
Chávez Jr. se refirió en más de una ocasión a los Guzmán y, de hecho, tuvo palabras más que elogiosas. “El es tío de mi hija, lo conozco bien. Conmigo es una gran persona, mis respetos para él”, expresó Julio César sobre el mencionado Ovidio. Además, siguiendo en la línea de las declaraciones, su padre, la leyenda, también se expresó sobre los vínculos de su familia con el narcotráfico y no negó la situación. “Somos amigos de todos. Mi hijo nació en Culiacán, conocemos a todos, malos y buenos, hemos convivido con todos, pero de ahí a que mi hijo esté involucrado en esas cosas… Meto las manos al fuego por él”, sostuvo el ídolo.
Actualmente, Chávez Jr. permanece detenido en Los Angeles esperando un posible traslado hacia México, donde sería juzgado si la investigación avanza. Concretamente, se lo acusa de “participación en el crimen organizado y el tráfico de armas de fuego, municiones y explosivos”, según el informe que redactaron las autoridades.
¿Cómo está el Chapo Guzmán hoy en día?
En los últimos años casi no existieron noticias. El sistema penitenciario de los Estados Unidos parece impenetrable y los detalles sobre el Chapo escasean, pero siempre algo termina saliendo a la luz. A nueve años de su último encierro definitivo, Guzmán no ha visto la luz del día y esto le ha generado un grave deterioro en su salud física y mental.
Poco ha quedado de aquel líder autoritario que fue capaz de poner de rodillas a un país. El propio Chapo relató sobre lo que vivió en la cárcel de Almoloya, en México: “Cada cuatro horas me despertaban para ponerme frente a la cámara. No me dejan dormir. En la celda siempre está la luz prendida. Para ir al baño siempre hay un custodio atrás de mí. No me han golpeado, pero prefiero eso a que no me dejen dormir”.
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Actualmente, el mexicano permanece detenido cumpliendo su condena de cadena perpetúa en la prisión ADX Florence, donde las condiciones son inhumanas. Tienen una pequeña ventana por la cual ingresan los rayos del sol, pero sin permitirle a los reclusos ver más allá del edificio. Además, los alimentos son ingresados por un pequeño agujero que posee la puerta de la celda. Para dormir cuentan con una cama de hormigón con un colchón muy fino acompañado de algunas mantas. De más está decir que no tiene ningún tipo de comunicación con el exterior.
