La profunda crisis política que sacude a Perú amenaza con impactar de lleno en el fútbol sudamericano. Es que son horas de pura incertidumbre las que se viven en la nación tras la destitución de la presidenta Dina Boluarte por parte del Congreso, que alegó “permanente incapacidad moral”, la Conmebol comenzó a evaluar seriamente un cambio de sede para la final de la Copa Libertadores 2025, programada para el 29 de noviembre en el Estadio Monumental de Lima.
El detonante de la incertidumbre es la creciente tensión social y la potencial falta de garantías de seguridad para albergar un evento de semejante magnitud. Según confirmó el medio peruano RPP, puertas adentro del ente rector comienza a tomar fuerza la idea de mudar el encuentro definitorio a otra ciudad del continente.
Mientras tanto, en Universitario (club dueño del Monumental de Lima) reina la cautela. Desde la institución informan que no recibieron ninguna comunicación oficial de la Conmebol sobre un posible cambio y que continúan con los preparativos pautados.
La confirmación del Estadio Monumental como sede ocurrió el pasado 11 de agosto, tras una reunión entre Alejandro Domínguez, presidente de Conmebol, y la ahora ex mandataria Dina Boluarte. Paradójicamente, esa estabilidad que se exhibió hace apenas unos meses hoy es el principal argumento en contra.

El Monumental de Lima, sede de la final de la Copa Libertadores 2025 (Getty Images).
El antecedente que podría convertir a Buenos Aires en la nueva sede
En caso de que Conmebol tome la determinación de mudar la final de la Copa Libertadores de Lima, de manera inesperada podría aparecer la capital de Argentina como una candidata que pique en punta. Esto se debe a un protocolo interno del organismo para las finales únicas, el cual aclara: “En caso de necesidad de cambio de sede se optará por la ciudad de la sede anterior“. Esta cláusula convierte automáticamente a Buenos Aires en una alternativa, dado que el Estadio Monumental fue el escenario de la definición de 2024, en la que Botafogo se impuso ante Atlético Mineiro.
La Conmebol ya aplicó la regla este mismo año para la final de la Copa Sudamericana. El partido, que originalmente debía disputarse en Santa Cruz de la Sierra (Bolivia), fue trasladado a Asunción del Paraguay, precisamente la ciudad que había albergado la final de ese torneo en la edición pasada, en la que se consagró Racing.
Pese al protocolo, en las últimas horas surgió otro competidor de peso. Según informó el medio brasileño Planeta de Futebol, Asunción también se postularía para recibir la final de la Libertadores, aprovechando sus recientes antecedentes y que allí residen las oficinas de Conmebol.
Lima, víctima de una decisión que supo beneficiarla años atrás
No se trataría de la primera vez que Conmebol tome la decisión de modificar la sede de la final de la Copa Libertadores por cuestiones ajenas a lo futbolístico. En 2019, el organismo se vio forzado a tomar una decisión similar cuando el estallido social en Chile le quitó a Santiago la posibilidad de ser anfitrión de la primera final única. En una resolución de último momento, casualidad o no, el partido se terminó trasladando al Monumental de Lima, que terminó viendo la consagración de Flamengo ante River. Ahora, seis años más tarde, la historia podría repetirse, pero esta vez con Lima como víctima.

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