Quiero analizar al metodólogo Javier Mascherano. ¿Por qué metodólogo? porque recordemos que llegó al predio de la AFA con el verso de la metodología del Barcelona, de La Masía, del estilo, a darle eso a las selecciones nacionales. Al poco tiempo tiró la metodología y se puso el buzo de entrenador

Masche es lo opuesto a Scaloni, cuando supuestamente se debe seguir una línea. Para dar ejemplos, la Scaloneta cuida la pelota, la Mascheraneta la divide todo el tiempo. El campeón del mundo es equilibrado y la Sub 23 siempre está desordenado.

Un detalle en el armado de las listas. A la última Copa América, Scaloni llevó dos 9: Julián y Lautaro, cuando incluso yo pedía llevar uno más. Para los Juegos Olímpicos, en la lista de 18 nombres, Mascherano llevó 4 centrodelanteros y a ningún win para abastecerlos.

Con las victorias ante Irak y Ucrania, hay revancha el viernes contra Francia. Mamma mía, lo que va a ser eso.

Quedan tres perlitas del mercado olímpica. La primera, Romancito, qué jugador se te escapó con Thiago Almada, los 10 palitos había que ponerlos ahí. La segunda, Equi Fernández está bien vendido, el pibe se salva su futuro, 20 palos y a otra cosa, a soñar en árabe.

La última, Julián Álvarez. Lo aplaudo a Julián, por fin alguien se le planta a Guardiola. ¿Vieron la cara de culo de Pep? No está acostumbrado a que los jugadores le digan las cosas que no le gustan, obviamente cómo un campeón del mundo va a querer estar en el banco de suplentes durante una semifinal de Champions.

Bien Julián, por más que ahora te limpie como lo hizo con Zlatan Ibrahimovic en Barcelona. Alguien que por fin se le anima a Guardiola a decirle que no es un Dios y que se equivoca.