El deporte argentino está repleto de historias de esfuerzo y la de Touba Niang es una de ellas. El boxeador de 24 años viene de Senegal, desde dónde arribó hace casi 10 años, pero se siente un quilmeño más y así lo reconocen por las calles del barrio del sur del conurbano bonaerense.
Empujado por las referencias de amigos y familiares, Niang emprendió un extenso viaje hacia Argentina con el sueño de encontrar un futuro próspero. Volvió hacia España y desde allí comenzaron una serie de conexiones rebuscadas, por mar y tierra, que lo trajeron al país.
Solo tenía 15 años cuando abandonó la tierra de sus 33 hermanos. Aunque el número sorprende, el deportista africano explicó que allí los hombres tienen hasta cuatro esposas, dato que ayuda a entender la magnitud de su familia, aunque cuenta que solo 8 son de parte de su mamá.
Mientras trabajaba en el campo, ya se ilusionaba con un futuro en el boxeo, pero hasta sólo incursionó en la lucha en continente africano. Aquí, aún sin conocer el idioma, tomó el camino de muchos de sus compatriotas: la venta en la vía pública. Se abasteció en Once y se instaló en Quilmes para comercializar como vendedor ambulante en la peatonal.
Con los años, hoy entrena en el Sindicato de Comercio, se perfeccionó en el boxeo y no tardó en volverse profesional. “Siempre tuve la idea de ser popular acá, pero no pensé que iba a ser todo tan rápido. Trabajar en la calle solamente me trae el problema del clima, tengo que cuidarme pero también es cierto que el boxeo ayuda mucho, pero no es suficiente. Con el boxeo no tengo apuro, porque sé que hay mucho tiempo y que el secreto es tener paciencia”, comentó este año a ESPN.
“Mi ídolo es Muhammad Alí, que como Tyson es musulmán. Y me gusta mucho Gervonta Davis, que al convertirse ahora al islamismo seguramente va a llevar una vida más sana y ordenada, es un gran boxeador”, destacó sobre sus referentes quién aspira a convertirse en campeón del mundo.
El invicto de Touba Niang en el boxeo argentino
A inicios de agosto, Niang extendió su invicto a 6 peleas, 4 de ellas por nocaut. En esta última derrotó al argentino Ulises Iván Vargas para dar un paso más hacia los títulos.
“Falta poco. Quiero que mis padres y toda mi familia allá sepan, que estoy luchando por lo que soñé desde chico, y que aguanten un poco más. Sé que están orgullosos. Cada pelea me llaman, rezan, aunque no les gusta que reciba golpes”, resaltó en diálogo con TN.
Aunque representa a Senegal en su vestimenta y con su bandera siempre a mano, Niang también tiene en su corazón los colores de Boca, algo que se trajo desde África: “Mi vecino me regaló la camiseta, y para ver un partido tenía que ir a su casa porque allá casi no había TV. Así conocí el club y me hice hincha”.

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