¡Sentido de pertenencia! Es la frase que mejor define lo que sucedió en España durante un encuentro que protagonizaron los jugadores de la Selección Argentina que integran el plantel del Atlético de Madrid (Rodrigo De Paul, Ángel Correa y Nahuel Molina) en la sede de Legends, una de las exposiciones de reliquias futbolísticas más grande del mundo.
Resulta que entre esas piezas de valor incalculable se encuentra la camiseta que utilizó José Luis Brown en la Final de la Copa del Mundo de México 1986 que se desarrolló en el Estadio Azteca, jornada en la que el combinado comandado por Carlos Salvador Bilardo y capitaneada por Diego Armando Maradona venció 3 a 2 a su similar de Alemania.
La prenda forma parte de la colección del empresario Marcelo Ordás, quien compartió unos momentos con los futbolistas del Atlético de Madrid en el centro de la capital española. En el recorrido por la exhibición, los presentes pudieron captar el momento en el que Rodrigo De Paul le tomó una foto al atuendo del Tata, inconfundible por el orificio que lleva en el pecho.
Claro, la camiseta es emblemática no solo por tratarse del día que la Selección Argentina se consagró a nivel global por segunda vez en su historia, sino porque el entonces defensor de Deportivo Español participó gran parte del segundo tiempo con el hombro luxado producto de un choque que sufrió con un rival.
Como no quería ser reemplazado, la solución que encontró José Luis Brown para contener en cierto modo inmovilizada la zona que le causaba dolor, fue hacer un hueco en su atuendo celeste y blanco. Lo cierto es que el Tata, con aquel gesto y por haber marcado uno de los tantos de aquella definición, generó la admiración eterna de los hinchas y de las generaciones venideras de futbolistas convocados para representar a la Selección Argentina. Como prueba de esta premisa, quedó la reacción evidentemente natural de Rodrigo De Paul.
