Más allá de las inclemencias del tiempo, todo estaba dado para que Venezuela y Argentina se encuentren frente a frente bajo la órbita de la novena fecha de las Eliminatorias Sudamericanas rumbo a la Copa del Mundo del año 2026. Sin embargo, todo debió modificarse.

Sucede que, en muy pocas horas, el campo de juego recibió la caída de una enorme cantidad de agua. A tal punto de que se vio literalmente inundado, con la necesidad de que el personal tenga que dar el presente para tratar de ponerlo en condiciones.

En medio de ese panorama, las autoridades comenzaron a barajar seriamente la posibilidad de que el partido se postergue minutos o incluso horas. Y también empezó a jugar fuertemente la chance de que se suspenda y se reprograme para otra jornada.

Fundamentalmente fue el plantel encabezado por Lionel Scaloni el que puso el grito en el cielo e hizo saber que las condiciones no estaban dadas para que el partido se desarrolle en circunstancias normales. Por el lado de los locales, la postura no fue tan clara.

Finalmente, la primera medida oficial por parte de la organización fue que el partido entre Venezuela y Argentina se retrasó media hora con el objetivo de hacer todo lo posible para que el campo de juego mejore y el esférico pueda rodar de la manera adecuada.

De todas maneras, durante ese lapso se siguió analizando la situación y manejando diversas alternativas al mismo tiempo que los trabajadores continuaron retirando el agua que se acumuló sobre el verde césped del estadio venezolano.