Cuando salió a la cancha principal para jugar por los dieciseisavos de final del Masters 1000 de Shanghái sabía ya que ni Carlos Alcaraz, quien se había bajado del torneo previo al inicio, ni Jannik Sinner, quien un día antes había decidido retirarse mientras disputaba el tercer set de su partido ante Tallon Griekspoor, iban a ser oposición para él.
Pero Alexander Zverev, quien ocupa el tercer lugar del ranking de la ATP solo por detrás del español y el italiano, no fue capaz de resolver sus propios problemas ni los que le generó el francés Arthur Rinderknech y pese a llevarse el primer set terminó cediendo los dos siguientes para finalizar demasiado pronto del certamen.
La frustración se sumó a la que ya acarreaba desde su eliminación en los cuartos de final del China Open a manos de Danni Medvedev y a su también muy temprana eliminación en el US Open, cayendo en la tercera ronda ante el canadiense Félix Auger-Aliassime.
Fue por todo aquello que Zverev se sinceró durante sus últimas declaraciones a la prensa en Shanghái, reconociendo en diálogo con Eurosport que no contó ni con el nivel de juego ni con las condiciones físicas que le hubiese gustado competir en el Torneo de Maestros.

Shanghái solo sumó una nueva decepción al año de Zverev.
“La última vez que jugué sin dolor fue en Australia. Está siendo un año realmente duro a nivel físico, los problemas de espalda no cesan. Estoy inmerso en una auténtica lucha contra mí mismo porque tengo una desconfianza enorme en mi juego”, se sinceró el jugador alemán de 28 años.
Tras la referencia a la única final de Grand Slam que disputó este año, en la que cayó en sets corridos ante Sinner, Zverev fue todavía más crítico de su nivel actual: “Simplemente no creo en mí, carezco de cualquier tipo de fe y confianza en mí mismo. Estoy jugando un tenis horrible y el balance de mi temporada es realmente malo”, dijo.
Solo un título en lo que va del año
De los 24 títulos que suma Alexandr Zverev a lo largo de su carrera, solo uno ha llegado en el transcurso de este año, número que es demasiado bajo para alguien que forma parte del Top 3 del tenis mundial en la actualidad. Esa coronación tuvo lugar en Open de Munich, en abril, tras vencer al estadounidense Ben Shelton por 6-2 y 6-4.







