No hay ningún tipo de duda sobre la trascendencia que ha tenido la figura de Manny Pacquiao en la historia del boxeo, pues el hecho de que se haya coronado campeón mundial en ocho divisiones de peso diferentes, siendo el único en conseguirlo, habla por sí solo. Pero además, ha tenido el coraje de enfrentar a todos y cada uno de los mejores peleadores de su tiempo.

Por otra parte, el Pac-Man ha tenido siempre una gran vocación de servicio hacia su país, lo que lo llevó a lanzarse en la carrera política al punto de convertirse en Senador. Ya el año pasado, metido de lleno en la campaña para ser electo como presidente, anunció su retiro del profesionalismo luego de ser derrotado en decisión unánime por Yordenis Ugas.

No es noticia que Pacquiao se quedó en las elecciones muy lejos de asumir la presidencia de Filipinas, pero eso no ha provocado que se desentienda de la realidad de sus compatriotas. Por el contrario, lo motivó a seguir formándose y recientemente consiguió un logro personal que hoy por hoy vale para él más que cualquier título del mundo, pues se graduó en Filipinas de la Maestría de Administración Pública, carrera de la que se había recibido en 2019 en Harvard.

“Creo que nací con un propósito y es para servir de inspiración para el filipino promedio en el resto del mundo. Para pelear y superar la adversidad, para conquistar y desafiar y abrazar la vida en todas sus dificultades. Manny Pacquiao es el mejor cuento de hadas para todas las generaciones por venir. La historia de Manny Pacquiao es increíble, pero los verdaderos milagros suceden, los sueños se hacen realidad, ser pobre no significa que uno deba morir pobre, hay que trabajar duro y ser persistente, liberarte de las cadenas de la pobreza, pero también es la fe la que te llevará a la cima y esa es la historia de Manny Pacquiao”, comenzó diciendo en su discurso.

“Por eso les pido a todos ustedes que nunca pierdan la fe en lo que pueden hacer como ser humano, crean en la lealtad a la familia y crean en el Dios todopoderoso. Te pido que mires a tu alrededor y cuentes las caras, somos una potencia de 50 o 100, o 1000, tú con tu educación, determinación y fe puedes cambiar el mundo”, concluyó.