Este domingo, Boca se juega mucho más que tres puntos ante Independiente Rivadavia en Mendoza. El Xeneize vuelve a enfrentarse a la posibilidad de reconciliarse con la victoria y cortar, de una vez por todas, su histórica mala racha de 12 encuentros sin ganar. Un momento delicado que se hizo notar desde el primer momento de la estadía xeneize en Cuyo.
El plantel asumió el duelo como una final y, en la previa, fue recibido por una multitud de hinchas en la puerta del hotel. Hubo firmas y fotos, aunque también gritos de reclamo por el complejo presente futbolístico. Y, por si el clima tenso no era suficiente, esta mañana el alojamiento amaneció con dos pasacalles que reforzaron el mensaje.
“La camiseta de Boca se tiene que transpirar” y “Están en Boca respeten la camiseta y a su gente“, fueron las frases que aparecieron colgadas en las inmediaciones. Un pedido cargado de exigencia hacia los jugadores, justamente a horas de un nuevo partido clave que podría acrecentar el quiebre anímico.
Es cierto que los condimentos están lejos de pertenecer a un recibimiento habitual, pero termina de reflejar el pulso del momento. La previa toma tintes similares a lo que fue el cruce frente a Racing, cuando La Bombonera durante la entrada en calor entonó: “A ver, a ver los jugadores si quieren oir, con la camiseta de Boca, ganar o morir“. Un cántico que también sonó en las calles mendocinas donde se hospeda la delegación encabezada por Juan Román Riquelme.

Los dos pasacalles con los que amaneció Boca en Mendoza.
Incluso, cuando los jugadores se acercaron a sacarse fotos con los fanáticos presentes, las canciones tampoco cesaron. “Movete, Xeneize, movete” y “Nosotros alentamos, ponga huevo, que ganamos” se escuchaba desde las filas de hinchas. Un ambiente que, a su manera, anticipó el clima con el que amanecería la sede xeneize en tierras cuyanas.
Bajo ese contexto, el equipo de Miguel Ángel Russo partirá rumbo al estadio Malvinas Argentinas. Allí volverá a encontrarse con su gente, que fue habilitada para acompañar en condición de visitante. Lo que ocurra dentro del campo determinará si el clima de exigencia se prolonga o si, por fin, llega la tan ansiada victoria que calme las aguas.
La decisión de Russo para revertir el delicado momento
Al margen del pedido de los hinchas, puertas adentro de Boca son conscientes del frágil presente deportivo. Queda a la vista con la decisión de disolver el Consejo de Fútbol, como también con la determinación de Russo de incluir a todo los jugadores que tiene en cuenta, incluidos los lesionados, dentro de la lista de convocados para viajar a Mendoza. Así fue como los de La Ribera se presentó con 31 nombres, en un gesto que busca transmitir un mensaje de unión.
Lo que aún no parece tener definido el DT es el once inicial. Durante la semana probó distintas variantes y movió piezas en cada entrenamiento. Si se toman como referencia las últimas prácticas, Boca saldría en busca del triunfo con Agustín Marchesín; Juan Barinaga, Nicolás Figal, Marco Pellegrino, Lautaro Blanco o Frank Fabra; Brian Aguirre, Rodrigo Battaglia, Leandro Paredes, Alan Velasco; Miguel Merentiel y Edinson Cavani.

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