Octavo penal de la definición por la final del Torneo Federal A. Atlético de Rafaela debe convertir para igualar la serie ante Ciudad Bolívar. Facundo Affranchino, el número 10 y uno de los jugadores de más experiencia en el equipo santafesino, toma la pelota para mantener vivo el sueño del ascenso a la Primera Nacional. Pero su remate se va por encima del travesaño y desata la locura rival, que celebra su desembarco en la segunda división del fútbol argentino.
Para Affranchino, a sus 35 años, se trata de otro golpe del destino en una carrera que supo ser una verdadera montaña rusa de emociones. El volante había sido una pieza clave para la Crema durante toda la temporada, disputando 25 partidos. Sin embargo, en el momento definitorio, la suerte le fue esquiva. Aunque todavía le queda una bala. Por haber llegado a la final, Rafaela tendrá una segunda oportunidad de regresar a la segunda categoría, debiendo afrontar el duro camino de la Reválida a partir de los cuartos de final.
El nombre de Affranchino, sin embargo, está indisolublemente ligado a la historia reciente de River. Surgido de las inferiores del club, formó parte del plantel campeón del Torneo Clausura 2008 dirigido por el Cholo Simeone. Un logro que le permitió sumar su primera estrella como profesional y recibir con ilusión al futuro.
No obstante, pocos años después de aquella gloria, le tocaría vivir la otra cara de la moneda: fue parte del plantel que sufrió el descenso a la B Nacional en 2011, A su vez, Affranchino también fue protagonista del equipo para lograr el rápido ascenso a Primera División al año siguiente.
Su itinerario por el Ascenso, con polémica incluida
Tras 39 partidos en el Millonario y un paso intermedio por San Martín de San Juan, su carrera se convirtió en un largo peregrinaje por el fútbol de ascenso a partir de 2013. En la última década y monedas, vistió las camisetas de Belgrano, Unión, Ferro, Instituto y Villa Dálmine, con breves experiencias en México y Ecuador. A partir de 2020, se asentó en el duro Torneo Federal A, donde fue referente de Olimpo durante cinco temporadas antes de llegar a Rafaela a principios de este año.
Su lucha en el ascenso no ha estado exenta de polémicas. El año pasado, en 2024, también se quedó a las puertas de la gloria con Olimpo en una eliminación escandalosa ante Sarmiento de La Banda. Pero lo más preocupante no estuvo en lo deportivo, sino en que fue agredido por un hincha al recibir un piedrazo en la cabeza.
“Fue una locura, nunca en mi vida me tocó vivir una cosa así“, declaró en aquel entonces. Y aprovechó a protestar por el desempeño arbitral en aquel partido. “Nunca nos dejaron llegar cerca del área rival. Nos hacían faltas a nosotros y cobraban al revés. Si nos dejaba seguir alguna que otra jugada, hacíamos dos goles seguramente”, sentenció. Hoy, el destino le presenta otro revés, nuevamente en el Federal A, aunque bien sabe el volante de la resiliencia deportiva.

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