El futbol mexicano vivió ayer una jornada que quedará en la historia por la feroz pelea que se dio en La Corregidora, cuando Atlas ganaba por 1-0 a Querétaro. Los hechos tuvieron repercusión mundial y lo más lamentable es que no es la primera vez que un episodio así de violenta azota al futbol mexicano. Por su puesto, ya se conocen las primeras consecuencias, además de que se investiga cómo se permitió que la seguridad de viera desbordada.
El único elemento de seguridad al que se recurrió para el duelo entre Querétaro y Atlas, fue el de seguridad privada al interior del inmueble. No hubo presencia estatal en La Corregidora; sólo a las afueras del estadio y en los alrededores. La seguridad privada estuvo a cargo de los Gallos Blancos, pero en un número muy reducido, por lo que fue imposible frenar la pelea en un primer momento, antes de que todo se desbordara.
Para peor, en algunos de los tantos videos que se difundieron mediante redes sociales, se ve a los elementos de seguridad abrir las puertas a los aficionados de Querétaro que iniciaron el escándalo; los mismos pasaron corriendo en un numeroso grupo luego de que las barreras de seguridad fueran abiertas. Incluso, la responsabilidad de los Gallos puede ser aún mayor si se confirma que el inspector de autoridad solicitó el ingreso de la policía estatal, pero el pedido fue rechazado.
El presidente del Club Querétaro, Gabriel Solares, detalló que existió un total de 713 elementos de seguridad, distribuidos de la siguiente manera: 358 de seguridad privada, 105 en control de acceso, 100 policías estatales y 150 policías municipales, aunque resulta preciso resaltar que dentro del estadio sólo estuvieron los de seguridad privada. Como sea, resulta inentendible que haya habido poco más de 700 para un partido como el de ayer, con una fuerte rivalidad entre ambos equipos.
No se reportan fallecidos
A pesar de las especulaciones iniciales, el gobernador de Querétaro, Mauricio Kuri González, informó que no se registraron fallecidos; sí un total de 26 personas lesionadas, nueve de ellas trasladadas al Hospital General, y dos de gravedad. Del total, habría cuatro originarias del estado de Jalisco y todos son hombres.