La historia reciente de New England Patriots está cargada de un éxito que fue potenciado por una excelente administración, la cual trajo consigo resultados a la vista, tanto en temporada regulas, NFL Playoffs o el mismísimo Super Bowl.

Pero no fue siempre así para los Patriots, la irregularidad era una marca clara en un equipo que no tenía un norte real en uno de los mercados más importantes del deporte estadounidense: Boston, MA. Fueron muchos años de ser una franquicia de esporádicas participaciones en la postemporada hasta que, hace 28 años, todo cambio.

Un 21 de enero de 1994, Robert Kraft hizo una inversión de US$228 millones que le cambiaría la vida: no solo ha generado incontables ganancias, siendo hoy New England una franquicia que vale US$4 billones, y le ha generado los fanáticos de la franquicia incontables memorias.

La situación pre Kraft de los Patriots

Parcells fue la primera apuesta de Kraft. (Getty Images)

Previo a la compra de los Patriots por parte de Robert Kraft, New England había ganado tan solo 19 partidos en las anteriores cinco temporadas y estaba hundido en una crisis que obligó a los demás dueños de la liga a intervenir la franquicia.

Con la llegada de Kraft, y un par de años de jugar directamente en otro estado (en Connecticut particularmente), New England tomó el rumbo que finalmente lo convertiría en la franquicia más exitosa de los últimos 30 años.

Brady y Belichick, parte del éxito de los Pats. (Getty Images)

Tras un buen ciclo de Parcells, Bill Belichick tomó el mando y con la ayuda de Tom Brady, Patriots se elevó al estrellato. La historia que ya conocemos. Estos tres nombres se combinaron para 19 títulos divisionales, 10 campeonatos de conferencia y 10 Super Bowls para darle la vuelta a la esquina y reconvertir New England como uno de los equipos deportivos más dominantes de la historia.