No hay honor más grande para un jugador de baloncesto retirado que entrar al Naismith Memorial Basketball Hall of Fame, un Salón de la Fama y museo histórico en Springfield, Massachusetts. Pero lograr entrar habiendo sido un jugador no drafteado en la NBA era imposible hasta este 2021.

El que lo consiguió fue el gran Ben Cameron Wallace. El pívot especializado en defensa que ganó un anillo con Detroit Pistons fue inducido este año al HOF con la clase de 2021 que integraban grandes estrellas como por ejemplo, Chris Bosh.

Hasta el momento, han logrado este honor 432 personalidades del baloncesto, pero solo uno de ellos no ha sido elegido en un Draft, de los que jugaron en la National Basketball Association. Su "clase" de 1996 es considerada como una de las mejores, y a pesar de no ser elegido, él integra ese grupo junto a jugadores como Kobe Bryant y Allen Iverson, que entraron ese año, pero si fueron seleccionados y en la primera ronda.

La carrera de Ben Wallace

Pero, ¿Por qué mereció Wallace entrar al Salón de la Fama? Es simple. De sus 16 temporadas, pasó sus mejores con Detroit Pistons, con quienes además de ganar el anillo, fue el Jugador Defensivo del Año en cuatro oportunidades (2002, 2003, 2005, 2006), misma cantidad de All-Stars y tres veces en equipos All-NBA.

Del 2000 a 2006 con Detroit, era considerado el mejor defensor de la liga y a pesar de promediar solo 5.7 puntos, 9.6 rebotes, 2.0 tapones, 1.3 robos, y 1.3 asistencias en 29.5 minutos por juego en su carrera, su impacto siempre se notó a la hora de defender. Tiene su número #3 retirado en la franquicia que es ídolo y jugó en 1.088 que es la mayor cantidad para un jugador no drafteado en la historia de la NBA.

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