Los dueños de las franquicias de la Major League Baseball (MLB) votaron por unanimidad iniciar a partir del 2 de diciembre un paro laboral, situación que no se veía desde 1994. Esta decisión se dio tan solo dos horas antes de que finalice el convenio colectivo firmado con la unión de jugadores en 2016.

Para dar un marco a lo grave del asunto, en las últimas semanas los representantes de la junta de dueños y los de los de la MLBPA (el sindicato de los peloteros) se habían juntado en múltiples oportunidades para poder solucionar el conflicto. ¿Cuál fue la reunión más larga? De tan solo media hora, y a las claras está que no se llegó a un arreglo.

Esto también benefició la actividad durante la última semana en la agencia libre, donde varios jugadores cambiaron de equipo o firmaron con una franquicia, teniendo en cuenta que en el contrato colectivo están los términos de contratación y que, mientras dure este lockout, no se podrán realizar operaciones.

¿Qué significa el Lockout?

Estamos lejos de que empiece a haber pánico, pero según los reportes, ambas partes parecen estar lejos en la búsqueda por llegar a un acuerdo. Por ahora, los equipos no podrán realizar intercambios y los jugadores no serán permitidos de firmar con una franquicia, pero el tiempo empieza a correr.

En diciembre, las reuniones de invierno que tienen en todas las ciudades del béisbol en los Estados Unidos y el Rule 5 Draft son los próximos eventos, que en caso de no haber arreglo deberán ser pospuestos o incluso cancelados. ¿Qué pasa si llegamos a enero? El proceso de arbitraje, importante para el futuro económico de los jugadores, no podrá realizarse. Tampoco se podrá planificar los entrenamientos de primavera.

Obviamente, en el peor de los casos se llegará a finales de marzo sin un acuerdo, y la MLB deberá posponer o cancelar juegos de su temporada regular, algo que ni los fanáticos, ni los dueños, ni los jugadores quieren que suceda.

¿Qué piden los jugadores? ¿Y los dueños?

Si lo podemos resumir, la pelea es por dinero, como todo conflicto entre empleados y empleadores. Los jugadores quieren una porción más grande de la torta de plata que genera la liga anualmente, además de la ampliación de derechos laborales para los más jóvenes, quienes a veces tienen que esperar de más en las menores para que las franquicias puedan demorar su entrada a la agencia libre.

La de los dueños es una tarea más complicada, ya que intentarán quedarse con un trato lo más parecido posible al existente, el cual desde 2016 les ha resultado extremadamente beneficioso. Pónganse cómodos, consigan algo para tomar y beber, porque esto, fanáticos de la MLB, va para largo.